En el 2018, millones de mexicanos dieron un voto de "castigo" contra los que consideran ser los culpables de sus depauperadas condiciones de vida, es decir, a los gobiernos emanados del PRIAN, según los defensores gratuitos del presidente Andrés Manuel López Obrador.Los electores, fueron víctimas de la gigantesca publicidad desplegada en torno del hoy habitante de Palacio Nacional a quién, la maquinaria publicitaria proyectó como el salvador de los pobres de nuestra nación.Hoy a dos años de gobierno morenista, mientras los verdaderos beneficiados de las políticas neoliberales que prevalecen en nuestro país reciben contratos millonarios sin licitación y se toman fotos con el mandatario mexicano, el pueblo pobre de México afronta el autoritarismo y el dogmatismo de la 4T.
Al igual que en la última campaña presidencial, el pueblo mexicano está siendo sometido, según el discurso oficial, a un cambio radical de régimen cuyos fundamentos filosóficos, políticos, sociales y económicos de corto, mediano y largo alcance nadie conoce ni entiende o ninguno cree necesario que se explique, de manera clara y razonada, a la opinión pública nacional.Todo indica que AMLO y sus incondicionales consideran que a los mexicanos no nos compete lo que sea o lo que se proponga alcanzar la tan publicitada "transformación", que los ciudadanos de a pie debemos creer a pie juntillas lo que diga el presidente López Obrador en sus diarias conferencias matutinas y obedecer las decisiones que tome en nuestro nombre.Sin decirlo, abiertamente se nos está imponiendo la vieja receta de "ver, oír y callar" que le fue impuesta a México en tiempos de la colonia española.
Nuestro país está viviendo las consecuencias del autoritarismo y el extremo dogmatismo del autollamado presidente de la 4T quien, ha elevado como nunca, la supresión real de la división de poderes en su favor, fomentado por el servilismo de los diputados federales de la actual legislatura quienes, están sometidos voluntaria y orgullosamente a las exigencias y caprichos de su jefe e ideólogo Andrés Manuel López Obrador.Tal vez sin siquiera reparar, los legisladores morenistas y sus aliados, denigran el papel de representantes del pueblo que éste les confió y traicionan su deber de actuar como un poder soberano e independiente, incapaces de evitar los excesos del poder presidencial concentrado en un solo personaje, que se considera dueño de la verdad absoluta.
Las legislaturas morenistas han puesto en crisis la endeble democracia mexicana.Los mexicanos estamos ante el peligro de una dictadura.Con la actitud servil de los diputados federales de Morena, se está sometiendo y amoldando el poder judicial a la voluntad presidencial.Junto con esto la destrucción de organismos autónomos, algunos tan importantes como el INE y toda una estructura encargada de organizar y vigilar los procesos electorales, con lo cual los mexicanos ya no vamos a poder confiar en la limpieza y transparencia de los resultados electorales del 2021 debido a que, en este órgano que debiera ser autónomo, se están imponiendo funcionarios afines a la 4T.
En cuanto al supuesto combate a la corrupción, se ha transformado en un arma para amedrentar, perseguir y encarcelar a los opositores más peligrosos para los gobiernos morenistas.Así lo atestigua el perfil de los personajes señalados, las fechas escogidas para capturarlos y someterlos a juicio y la terrible irregularidad procesal de filtrar a los medios cargos y pruebas contra el indiciado, que son secretos por ley.Se busca predisponer a los jueces y a la opinión pública en contra del acusado y cerrar la puerta a toda esperanza de una sentencia absolutoria.Todo es un burdo montaje para amedrentar a la oposición y para disuadir de cualquier intento de unirse y coaligarse para derrotar a Morena en el 2021.Es el consenso nacional que nos encontramos ante un grave riesgo de regresión autoritaria cuyas primeras consecuencias las está pagando, nuevamente, el pueblo trabajador al que, los que están incrustados en el gobierno de la 4T, lo siguen engañando con falsas esperanzas.
En el 2021 tendrá lugar un nuevo proceso electoral y es momento en que los electores aprendan la lección de haber votado equivocadamente por un falso redentor.Estamos a tiempo para construir un frente común entre todos los sectores progresistas del país para hacer que, por medio del voto masivo de los mexicanos, Morena deje el poder pues a dos años de estar gobernando ha quedado demostrado que los morenistas no pueden y no saben gobernar, solamente les interesa mantenerse en el poder a como dé lugar, sin importarles postrar a México ante el autoritarismo y el dogmatismo extremos del autollamado presidente de la 4T, Andrés Manuel López Obrador.Cumplamos con la tarea que nos tiene asignada la historia.
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