Según los últimos datos publicados por el portal digital de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el pasado 15 de mayo, 78 municipios de Hidalgo presentan algún tipo de sequía en sus categorías “anormalmente seco”, “sequía moderada” o “severa” y que solamente seis están en condición “normal”; estos datos, de por sí alarmantes, se vuelven más graves, si consideramos el reporte de hace tres años del mismo mes, ofrecido por la dependencia, donde se colocaba en esta situación a 72 localidades de nuestra entidad.
Sin lugar a duda es un año difícil, no solo para los hidalguenses, sino para todos los mexicanos, pues hoy la escasez del vital líquido es una terrible realidad.
Pachuca, de acuerdo con los reportes de la CONAGUA, está dentro de los municipios catalogados como “anormalmente secos”, o sea, que la sequía sufrida por la localidad no es normal a pesar de estar en época de estiaje, es decir, la temporada cálida solamente vino a sumarse a las graves deficiencias que tiene el sistema de distribución de agua en las colonias populares (porque claro las zonas residenciales no presentan este tipo de problemas), donde, a pesar de que la CAASIM dice que sí puede llegar el agua, varias colonias llevan meses sin recibir una sola gota de agua potable.
La anterior afirmación no es a sentimiento o fobias contra la dependencia encargada de hacerlo; dan cuenta de ello las recientes manifestaciones de habitantes de emblemáticas colonias de nuestra capital y su zona conurbada.
El pasado 14 de mayo en su edición impresa y digital el diario Milenio Hidalgo colocó la siguiente nota: “Habitantes de la colonia 11 de julio denunciaron que desde hace tres meses solo reciben un hilo de agua sin que la CAASIM atiende el asunto…se manifestaron mostrando cartulinas y bloqueando la carretera Pachuca-Tulancingo”, a esto se sumaron las denuncias de los habitantes del Cerro de Cubitos, quienes el pasado 24 de mayo se manifestaron dentro de las instalaciones de la CAASIM con pancartas y a un solo grito: “queremos al director”, el cual, obviamente, nunca se presentó con el argumento, ahora tan socorrido, por la institución: “el director está fuera por una reunión en gobierno”. La información se puede constatar en un video publicado en el portal de Criterio Hidalgo (24 de mayo 2022); aquí se demuestra el pésimo servicio ofrecido por la CAASIM para las colonias ubicadas en la capital y su zona conurbada.
A este mal servicio suman las decenas de peticiones realizadas por distintas colonias que piden una red de agua potable, tal es el caso de la colonia la Palma ubicada en el sur de esta ciudad la cual lleva 20 años sin este servicio o La Loma donde sus habitantes tienen cerca de 40 años solicitando este y otros servicios, igual de necesarios; también duermen el sueño de los justos las peticiones de las colonias, Margarita Morán, Ampliación Jorge Obispo, Coronas, Ampliación Santa Matilde y el barrio de Camelia, donde las respuesta de los funcionarios (cuando llegan a atender) es la misma “la población de la capital y su zona metropolitana ha crecido y la institución no se puede hacer cargo de ofrecer servicio a esta nueva población”.
Además de no resolver, se quieren lavar las manos (a pesar de que no hay agua), usando como argumento que el problema para su atención son las organizaciones sociales (como buenos alumnos de la 4T). Mas se preocupan porque la gente se organiza que por atender su problemática, y sobre todo, cuando lo hacen libre y voluntariamente en una organización limpia y honesta como el Movimiento Antorchista Nacional. Se atreven a decir “vengan solo como vecinos, el problema de la atención son las organizaciones… si ustedes ingresan los oficios con gusto se les atiende y resuelve”, si lo anterior fuera cierto, entonces, amigo lector, cabe la pregunta ¿por qué no atienden a los vecinos de las colonias: 11 de julio, Santa Julia, Cubitos? Ellos han acudido sin organizaciones y tampoco se les ha atendido, o ¿Por qué Camelia, La Loma, La Palma, tienen décadas sin agua? Su falta de servico data desde antes de la existencia de Antorcha en Pachuca.
El problema para atender a la población nunca ha sido si la gente está o no organizada, sino la falta de sensibilidad de los distintos funcionarios y de concebirse como servidores públicos y tener presente que los recursos que manejan son del pueblo, para atenderle su problemática, no sus caprichos; igualmente la falta de visión para atender y combatir los malos indicadores que les corresponde por estar al frente de una dependencia.
Lo anterior, sin lugar a duda, se ha vuelto la tónica de la actual administración de la CAASIM, que pretende ignorar que, 92 mil habitantes de Pachuca no tienen acceso al agua entubada, a esto se le suma los reportes de la propia dependencia los cuales al ofrecer el reporte de la infraestructura ya existente revela que 144 mil pachuqueños tienen un mal suministro de agua (INEGI). El otro argumento que usan para no resolver es: “estamos a final de sexenio, nada podemos hacer”; pero aquí cabe la pregunta, ¿los otros seis años que hicieron para resolver?
Estando así las cosas con un director ausente, concebido solamente como el administrador y convertido en el más incapaz de los burócratas, sin nadie adentro de la dependencia, con la capacidad de atender y resolver, a los pachuqueños no nos queda de otra más que agruparnos de manera pacífica y consciente para exigir atención y solución, dejando claro que la CAASIM no está solamente para administrar los recursos obtenidos cada mes de los usuarios, sino para atender dignamente a estos y resolver la problemática de los que no cuentan con agua potable.
Por eso te invito a que te sumes a nuestras filas del Movimiento Antorchista y juntos exijamos lo que por derecho nos corresponde.
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