Las fuertes lluvias que recientemente azotaron las regiones Costa Chica y Montaña destruyeron el pavimento de los caminos artesanales, evidenciando la mala calidad de los trabajos y convirtiéndose en un fracaso más del gobierno federal en Guerrero, ante la falta de planeación de las obras y la contratación de mano de obra no calificada.
El programa del gobierno federal se puso en marcha con el objetivo de atenuar la gran necesidad de mejorar 66 caminos y carreteras de poblaciones indígenas de 23 municipios de la entidad, como Acatepec, Tlapa de Comonfort, Tlalixtaquilla de Maldonado, Atlamajalcingo del Monte, Alpoyeca, Atlixtac, Copanatoyac, Cualac, Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Huamuxtitlán, entre otros, con una inversión de tres mil millones de pesos -un millón de pesos por año-, sin embargo, durante la temporada de lluvias que está por concluir, los caminos artesanales en las comunidades Cruz de la Villa, Iliatenco y Melchor Ocampo, en Alcozauca de Guerrero, ambos municipios de la región Montaña, fueron arrasados. Estos casos son sólo dos ejemplos de las inconsistencias estructurales que presentan las obras construidas por mano de obra local y sin experiencia.
De esta manera, los más de mil millones de pesos aplicados en la construcción de 66 caminos rurales artesanales de Guerrero, se fueron con las lluvias, ya que, en su mayoría, los trabajos estaban concluidos o presentaban un avance importante porque tenían que estar concluidos al 100 por ciento en el mes de diciembre próximo; lamentablemente, las obras quedaron reducidas a desechos materiales.
En su última visita al estado, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador supervisó de manera personal algunos trabajos en los municipios de Iliatenco, Tlacoapa y Malinaltepec, de los 23 municipios beneficiados con este programa federal de construcción de carreteras artesanales, que al igual que en Oaxaca, en Guerrero es un fracaso.
A pesar de la inversión histórica y de acuerdo a los lineamientos del programa, se contrata mano de obra local, que carece de conocimientos elementales para la construcción de caminos y carreteras, con el objetivo de crear derrama económica en los pueblos beneficiados; el resultado de la falta de profesionalismo está a la vista: Hay pavimentaciones totalmente destruidas por las lluvias que evidencian la mala calidad de los materiales y la inexperiencia de los encargados de la obra, asimismo se ha denunciado la venta y robo de cemento en el municipio de Tlalixtaquilla, en esta misma región. Es decir, la corrupción y complicidades no se han erradicado, siguen vigentes.
Aunque el presidente de la república dijo que los habitantes de pueblos beneficiados sí pueden construir sus carreteras, hacerse cargo de la mano de obra y del concreto, en Oaxaca el programa fue un fracaso y en Guerrero ya hay afectaciones diversas por las lluvias.
La estrategia de conectividad es buena igual que la idea mejorar los caminos de las comunidades indígenas, pero de manera real, con los proyectos correspondientes, mano de obra calificada y material de calidad, no con ocurrencias que siguen dando malos resultados, ya que, varios caminos rurales artesanales están destruidos antes de ser utilizados y los municipios harán lo posible por reconstruir algunos tramos antes de que inicie el próximo año, con el fin de volver a recibir mil millones de pesos más para continuar con el programa de conectividad; el gobierno federal acusa a empresas privadas encargadas de brindar mantenimiento a carreteras federales del país, de estar excedidas, pero actualmente hay aproximadamente mil millones de pesos tirados a la basura, pues las lluvias arrasaron con los caminos rurales artesanales en varios municipios.
Cierto, las fuertes lluvias también provocaron que la carretera entre Metlatónoc y Tlacoachistlahuaca se partiera en dos, dejando incomunicadas 26 localidades de las regiones Montaña y Costa Chica; también provocaron derrumbes en pueblos serranos de Chilpancingo, que quedaron incomunicados, situación que fue resuelta gracias al trabajo conjunto de habitantes de Zoyatepec y Azinyahualco, que retiraron grandes piedras y derrumbes que impidieron durante varios días el tránsito vehicular.
La estrategia de realizar pavimentos artesanales es buena y tiene los recursos suficientes para hacer obras de gran calidad, lo malo son las ocurrencias de dejar este tipo de trabajos en manos equivocadas, pues el pueblo sí tiene necesidad de estos caminos, pero desconoce cómo realizarlos, la prueba es que muchos de estos caminos, fueron destruidos por las intensas lluvias.
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