Mucho dinero, pero muy poco destinado para el bienestar de la gente de México, así se plantea el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el año 2023, pues contempla aumentos en ciertos rubros, y la verdad es que la dispersión de esos recursos no es lo que se esperaba. Más despilfarro, y casi todo para las obras faraónicas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hay quienes afirmaron que se están cometiendo los mismos errores, que el PEF 2023 no ataca de fondo los males y carencias sociales, que nada se hace para contrarrestar la pobreza y la pobreza extrema, que no se generan fuentes de empleo y que, además, hay la velada intención de seguir recaudando, de donde sea, para cumplir los caprichos presidenciales.
La tasa de inflación anualizada, hasta septiembre, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) es del 8.7 por ciento, colocándola como la más elevada en 20 años, por lo que se esperaba que el Gobierno federal distribuyera el erario de manera prudente, priorizando los sectores fundamentales en México para atender las demandas del futuro inmediato, pero muchos afirman que ello no ocurrirá, que el futuro del país es incierto por las malas decisiones de López Obrador y de su partido Morena.
El PEF 2023 contempla ingresos presupuestarios por el orden de 7.1 billones de pesos, pero su gasto neto representa 8.25 billones, es decir, tendrá un déficit de mil 134 billones de pesos.
El gasto programable equivale a 5.9 billones de pesos, 71.8 por ciento del total y el gasto no programable a 2.3 billones de pesos, 28.2 por ciento del total. El proyecto propone, entonces, un gasto neto superior en 11.5 por ciento en términos reales respecto al gasto aprobado en el PEF 2022.
En otras palabras, no les alcanzará el dinero y echarán mano de lo que haya disponible, quizá otros recursos ahí guardados y ahorrados por administraciones federales pasadas, o la desaparición de quién sabe que para justificar apoderarse de recursos y cumplir con lo estimado. Eso puede ocurrir.
Alguien por ahí, entre los partidos de oposición denunció que por el PEF, Morena y el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) quieren recaudar 17 por ciento más cuando la economía apenas crecerá 2.2 por ciento, a lo mucho, de acuerdo a diversos organismos internacionales.
Ya adelantaron que 14 de cada 100 pesos que se gastarán provendrán de financiamiento, que es un tecnicismo para llamar a la deuda. Y cuestionaron que de dónde quieren sacar lo demás, que desconocen, ignoran o no quieren ver las cifras de informalidad, generación de empleos y conceptos básicos de finanzas públicas.
Estamos de acuerdo cuando se señala que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no realiza acción alguna para recuperar la economía formal, esa que se desplomó por completo por la pandemia de la covid-19 y que generó un escandaloso incremento nuevo de pobres y de pobres en extremo, que aún hoy padecen serios problemas para subsistir y llevar comida a sus familias.
Se lamenta también, que el gobierno de López Obrador, sólo haya prometido y no cumplido acabar con la corrupción y disminuir la inseguridad que reina en las calles de la mayoría de los astados, por no decir en su totalidad, porque ha privilegiado y beneficiado a sus amigos y empresarios preferidos, con contratos millonarios, haciéndolos más ricos, en tanto que al pueblo le deja lo segundo, nula seguridad y terror por los múltiples homicidios, crímenes y atracos violentos que ocurren en últimas fechas.
¿A dónde será destinado en su mayoría el PEF 2023? Sobresalen los egresos al sector turístico, donde la Secretaría de Hacienda perfila otorgar a la Secretaría de Turismo 145 mil 565 millones de pesos, un 115 por ciento más que en el PEF 2022, que fue de 67 mil 772 millones de pesos.
Se convertirá en la secretaría federal con mayor incremento en relación con el año pasado, y por qué. ¡Todo tiene que ver con el Tren Maya!, una de las obras faraónicas de López Obrador, con la que ha devastado la selva y quebrando leyes con el fin de concluirla en plazo marcado, a finales del 2023.
Le sigue la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) con 80 por ciento, la Secretaría del Bienestar con el 32 por ciento y la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) con el 22 por ciento cada una.
Lamentablemente, los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro están recibiendo más recursos, a pesar de no demostrar ningún buen resultado, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
No es la forma en que se debiera apoyar a la juventud, no se está en contra de eso, pero sí se deben aclarar todas las irregularidades que lo han enturbiado, de desvío de recursos a través de empresas fantasmas, la inexistencia de un padrón confiable y que en verdad no ayuda; a los jóvenes se les debe encauzar a emprender, a abrir sus propios negocios para que puedan salir adelante y no regalarles dinero, que los vuelve dependientes y clientelares del gobierno.
Así el PEF 2023, mucho dinero, pero sin que se destine a lo que verdaderamente hace falta. Vislumbramos un año de gobierno difícil, uno más de los presididos aún por López Obrador. A terminar de amarrar los cinturones dilectos lectores.
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