MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Qué vamos a comer hoy

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La pesadilla aún no termina. Los productos que hace algunos meses eran parte de la vida y la mesa de las familias mexicanas, prácticamente los hemos ido eliminando de manera acelerada, si bien, no todo, sí una gran parte de ellos; o buscamos la forma de sustituirlos por otros más baratos, ya sin ver si son mejores o no.

Así es, los precios están más altos que las nubes y esto pareciera no molestarles a las autoridades de las cúpulas políticas más poderosas de México, seguramente porque gastar un poco más para el que tiene, no afecta en su bolsillo.

Pero no así para los más de 55 millones de mexicanos que actualmente vivimos en situación de pobreza en el país. No es de película el hecho de que te levantes, vayas al trabajo y todo el tiempo esté en tu cabeza la preocupación de que cada vez te alcanza para menos, que en tu casa ya no hay despensa, no hay jabón, hay que pagar la luz, el agua, el internet (si tienes instalado, claro), que se acabó el gas, y si eres madre o padre de familia, asimilar que ya comenzaron las vacaciones y los niños estarán en casa cerca de un mes. Es angustioso imaginarlo, pero es la vida que millones viven cada día con más ansiedad en los 15 meses que llevamos inmersos en la inflación a nivel nacional.

Esta realidad, también hay que decirlo, la experimentaron como nunca antes 3.8 millones de mexicanos que se sumaron a las filas de la pobreza durante la pandemia y la experimentarán para este 2022, dos millones y medio de hombres y mujeres más, según pronósticos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), por lo que de ser así, cerraríamos el año siendo más de 58 millones de pobres, de un total de 130 millones de habitantes en territorio mexicano, 58 millones con la misma angustia: ¿Qué vamos a comer hoy?

Es así, ni más ni menos; la inflación, el alza desorbitada de todo, causa dentro de la pobreza general, la alimentaria, por eso vemos que alimentos tan básicos como el huevo, el aceite, las verduras se vuelven imposibles de comprar. Pongo el precio de estos que menciono. El huevo ronda desde los 29 hasta los 48 pesos el kilo; el aceite entre 40 y 60 pesos, plátano, 20 el kg., aguacate en $60, incluso en zonas como Guanajuato ronda los 140 pesos; azúcar y sal entre 20 y 30 pesos. Y la lista puede seguir.

Esta es una prueba más de las fallidas estrategias de la política de López Obrador: peses a la implementación del Programa contra la Inflación y Carestía (Pacic) del gobierno de la 4T, la inflación en alimentos y otros como bebidas y tabaco volvió a subir en junio a 12.92 por ciento, siendo el mayor ocurrido en 21 años.

Esto no acabará hasta septiembre, según analistas y ha estabilizarse sino gasta 2023 a paso muy lento, por lo que, sí, la pregunta “¿qué vamos a comer hoy?” Seguirá viva en las familias mexicanas varios meses más, bajo un gobierno que prefiere visitar el país vecino del norte y quedar como sumiso ante las órdenes del rey.

 

 

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