Al menos dos de cada diez trabajadores quintanarroenses seguirán padeciendo ingresos bajos. De acuerdo con la información reciente de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en los últimos trimestres de 2023, 254 mil 532 personas ganaron apenas el salario mínimo.
Sin embargo, aun con el aumento del 20 % al salario mínimo para este 2024, muchas de estas personas deberán trabajar incluso en otros empleos para conseguir el ingreso básico que señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Este sector de la población, que equivale al 26 % de las 952 mil personas ocupadas en Quintana Roo, se las ve realmente duras para adquirir los productos de la canasta básica que consume semanalmente una familia de cuatro integrantes, valuada en mil 102 pesos en promedio en la entidad, refiere la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Aun con el aumento del 20 % al salario mínimo para este 2024, muchas personas deberán trabajar incluso en otros empleos para conseguir el ingreso básico que señala Coneval.
Aun con el nuevo salario mínimo, que entró en vigor desde el pasado 1 de enero de 2024 con la cifra de 248.93 pesos, equivalentes a 7 mil 467 pesos al mes, los altos costos de la canasta básica derivados de la inflación, los trabajadores quintanarroenses no pueden adquirir lo indispensable para que en la mesa del hogar no falten los sagrados alimentos.
Lo anterior obligaría a los integrantes de la familia “de salario mínimo” a trabajar hasta en dos empleos para poder solventar estos gastos, pues se necesita al menos 2.5 veces el sueldo mensual de uno solo.
El Coneval señala que un hogar necesita mínimamente 17 mil 660 pesos mensuales para costear lo básico en alimentos y servicios como agua, luz y transporte.
Sin duda, la pobreza laboral está abriendo una gran brecha y los afectados, como siempre, están en la clase trabajadora. Todo esto sorprende y preocupa mucho porque la economía del estado sigue en serios problemas, mientras las autoridades gubernamentales contraen deudas y más deudas a nombre de los pobres: no es verdad que estén tomando las medidas adecuadas para ayudar a los trabajadores en general.
Tampoco en el presupuesto de este año hubo aumento de recursos para obra social como pretenden hacernos creer. Pero destinar más recursos para programas asistenciales no solucionará la crisis y el desempleo de los que aún no hemos podido salir.
De ahí la importancia de que los quintanarroenses, sobre todo los más abandonados y marginados exijan y luchen por mejores oportunidades laborales, porque del cielo sólo nos cae lluvia y nada más.
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