MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Aumenta trabajo informal en México; Quintana Roo no es excepción

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A pesar de que nuestro país se encuentra entre las mejores economías del mundo, paradójicamente tenemos muchos fenómenos que contrastan con esta potencia económica. Uno de esos fenómenos es, precisamente, el crecimiento de la economía informal, porque a pesar de que las autoridades digan que estamos mejor, la realidad nos golpea en la cara; los más perjudicados ante este fenómeno, como siempre, siguen siendo la población de escasos recursos económicos.

El 55 % de la Población Económicamente Activa (PEA) en México no cuenta con seguridad social, es decir, es informal, lo cual es alarmante; incluso el Banco Mundial mostró su preocupación por los alcances del fenómeno. 

El Inegi indicó que el 43.7 % de los trabajadores de Quintana Roo laboran en la economía informal y producen 20 de cada 100 pesos del Producto Interno Bruto (PIB) de la entidad.

La informalidad es síntoma de baja productividad y de poco desarrollo para un país, y es común que esté asociada con el desempleo, el ambulantaje, la falta de tecnología y la carencia de seguridad social, así como con los efectos negativos en la recaudación fiscal.

También hay sus variantes, por ejemplo: quienes pertenecían al mercado laboral formal y decidieron “salir” de él para incorporarse al informal lo han hecho debido a lo restrictivo que éste se ha tornado, es decir, hay muchas trabas para ser un empleado formal, o por un mero costo-beneficio, lo que muestra una problemática compleja y multifacética a la cual se enfrenta el país.

Diversos estudios sobre el tema coinciden en citar que las causas de la informalidad son la educación, la edad, el género, el estado civil y el ingreso. Señalan cómo los motivos prioritarios, las rigideces que se generan en el mercado laboral; aspectos como la carencia de tecnología y el bajo nivel educativo motivan su fragmentación y crean uno dual.

Así las cosas, podemos ver cómo el valor agregado bruto de la economía informal en México creció un 4.6 % interanual hasta superar los 5.66 billones de pesos (más de 330 mil 800 millones de dólares) en el tercer trimestre de 2023, informó recientemente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este organismo autónomo reportó en un informe 16.3 millones de puestos de trabajo remunerados en la economía informal entre julio y septiembre de 2023, un aumento del 3.5 % a la tasa anual. Esto significa que más de la mitad de los empleos en México son informales, es decir, actividades económicas realizadas por empresas sin personalidad jurídica, hogares y puestos en los que los trabajadores no cuentan con seguridad social ni prestaciones sociales.

Este fenómeno de la economía informal también está experimentando un notable crecimiento en Quintana Roo, según datos del Inegi. En el mismo tercer trimestre de 2023, se observó un aumento del 16.4 %, situando a la entidad como la segunda con mayor variación, sólo detrás de Campeche, que registró un crecimiento del 40.3 %.

El Inegi indicó que el 43.7 % de los trabajadores de Quintana Roo laboran en la economía informal y producen 20 de cada 100 pesos del Producto Interno Bruto (PIB) de la entidad. Este porcentaje de participación, aunque está por debajo de la media nacional, representa un repunte de manera significativa en los últimos dos años.

El mismo organismo precisó en su reciente reporte que esta actividad pasó de ofrecer el 18.2 % del valor de la economía local, en 2020, al 20.9 %, en 2022. A ello se suma que cuatro de cada diez trabajadores no tienen una relación laboral, acceso a prestaciones como seguridad social e instituciones de salud, o un contrato que les otorgue remuneraciones en tiempo y forma. A nivel nacional la tasa es de seis de cada diez.

Una de las complejidades de la economía informal, según el reporte del Inegi, es que la medición de esta variable no es completamente exacta; pese a ello, la estimación muestra el peso de estas actividades y su significativa aportación al PIB local.

Como ejemplo, la situación local del empleo informal se refleja en la dinámica que desarrollan los más de tres mil tianguistas que circulan tan sólo en Cancún, que cada semana se instalan en 48 mercados sobre ruedas. A estos se les suman cientos de vendedores fijos y semifijos que se instalan en las principales avenidas de la ciudad o en la periferia de hospitales, e incluso en la playa.

Las mismas dolencias del país se replican en Quintana Roo. Urge que quienes nos gobiernan creen verdaderas políticas públicas encaminadas a que haya trabajo en cantidad y en calidad en todo el país, que no haya necesidad de autoemplearse, y quien lo haga, sea por voluntad propia no porque no le quede de otra.

Hoy, a propósito de las elecciones, los ciudadanos debemos exigir a los candidatos que tengan propuestas reales para mejorar las condiciones de vida de nuestro país, para que haya mejores condiciones para millones de familias que hoy se encuentran desamparadas y con un futuro incierto. No permitamos que los candidatos nos engañen con discursos vacíos y sin propuestas, exijamos que tengan verdaderas propuestas para que el trabajo sea seguro, de calidad y bien pagado. Nos lo merecemos y es obligación de quienes nos gobiernan. Vale.


 

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