En vísperas del relevo de autoridades, es conveniente hacer un recuento de los daños hasta hoy acumulados en detrimento de los sectores más necesitados de nuestra región.
Hay varias obras para beneficio público, pendientes de terminar. Los caminos de la Sierra de Manantlán son en su mayoría terracería, que en tiempo de aguas son intransitables. En el temporal pasado hubo al menos dos víctimas mortales que se pudieron evitar. Aquí siempre hay la necesidad de contar con caminos transitables todo el año, por ello, se gestionaron ante las dependencias federales la pavimentación de estos. Resultado de estas gestiones de aquella época, fueron el inicio de la pavimentación de varios caminos de suma importancia para esta zona.
El relativo mejoramiento de estos caminos, todo mundo lo puede ver. Desde el 2012, año con año se registraba un avance en la pavimentación de estos. En el presente, cumplen ya tres años que no se destina inversión alguna para continuar mejorándolos.
Por razones de espacio, me limitare a mencionar algunos de los caminos que se canceló la continuación de su pavimentación y, otros beneficios que se dejaron de entregar a la gente en el municipio de Cuautitlán de García Barragán, en el estado de Jalisco.
Camino Crucero del Paso Real-Las Marías-Ayotitlán-Telcruz-La Loma, 43 km. En el año 2012, se elaboró el Proyecto Ejecutivo por la SCT, al año siguiente se realizó una inversión de 12 mdp para una primera etapa, a la fecha no se ha continuado con su pavimentación; la obra sigue abandonada.
Camino La Nance-Charco Azul-Piedra Pesada-La Resolana, 19 km. Inició su pavimentación en el 2014, se pavimentó hasta la comunidad de Charco Azul. Pendiente la construcción del resto del camino; tres años abandonada esta obra.
Camino Crucero del Chico-Rancho Viejo-Las Marías, 12 km. Está pendientes de pavimentar un tramo de 2 km. y la construcción de un puente sobre el arroyo Las Palmas, lugar que en más de una ocasión ha estado a punto de cobrar victimas mortales; tres años abandonada esta obra.
Camino Chacala-Cedros, 12 km. Con una inversión de más de 60 mdp este camino se termino en 2018, pero a la fecha no se le da mantenimiento, es notorio ya su deterioro; no hay presupuesto para su mantenimiento desde 2018.
Sumemos a lo anterior que, a partir del 2019, en la región más de 800 pequeños productores de maíz para el autoconsumo dejaron de recibir semillas y fertilizantes subsidiados.
Además, desde el año 2019 no se ha entregado un solo apoyo federal en la modalidad de subsidio para la construcción de vivienda, los escasos apoyos que se han otorgado proceden del gobierno del estado y son limitados. Es imprescindible contar con recursos federales para mitigar la falta de vivienda en esta región. Igual que el resto de las inversiones para la realización de obra pública y apoyos significativos para el campo; el apoyo para la construcción de vivienda está cancelado desde el año 2019.
Lo anterior son solo algunas de las obras canceladas en uno de los 125 municipios que tiene el estado de Jalisco. Hace 15 años este municipio, según el Inegi, era el tercero de los más rezagados, ahora ocupa el cuarto sitio; sigue siendo de los diez municipios más marginados del Estado de Jalisco.
Pero a pesar de ser un municipio que necesita atención prioritaria, en criterio de las autoridades federales, no hay necesidad de considerarlo así. prueba de ello es que, con todas las características, que distinguen a un municipio marginado, estas no fueron suficientes para que su población recibiera la vacuna contra la covid-19, a pesar de que se afirmó que, en la segunda etapa de la vacunación, se incluirían a los municipios con estas características.
El breve recuento que acabamos de hacer tiene la finalidad de señalar que las obras, subsidios y apoyos suspendidos, tenían la finalidad de elevar la calidad de vida de las familias que habitan esta región, quienes desde entonces, han sido vulnerados en su derecho a disfrutar de una mejor calidad de vida.
En la presente administración federal es evidente que se les da prioridad a los programas de apoyo monetario de entrega directa, a costa de la cancelación de obras de infraestructura pública, necesarias para el desarrollo regional. El perverso fin de esta estrategia oficial está a la vista de todos: Es una descarada compra de votos a favor del partido del presidente.
Los programas sociales de apoyo a grupos vulnerables existen en México desde hace 25 años. Hasta hoy, estos programas no han resuelto los problemas que la miseria y la marginación generan, sin embargo, se les llegó a apreciar como una efectiva ayuda a la población más desprotegida. Por el hecho de que han tenido continuidad sexenio tras sexenio, se creó en el pueblo la percepción de que se trataba de una política de Estado. La gente percibía que no era una ocurrencia del gobierno, sino una política de Estado financiada con recursos públicos.
Ahora, la “innovación” de la 4T, consiste en crear todo un ejército de activistas, que dispersa por todo el territorio nacional; los denomina “servidores de la nación”, no tienen otra función que difundir los programas sociales y “coordinar” la entrega de los apoyos monetarios directos, al mismo tiempo que condicionan su disfrute por el apoyo incondicional al partido del presidente.
Ante estos hechos, llamamos a todos los afectados por las consecuencias de estas acciones, a sumarnos a los agraviados que ya hay en otros sectores de la sociedad, como, por ejemplo, las víctimas que está generando la torcida aplicación de la ley, surgida precisamente de las constantes reformas a modo de nuestra constitución.
La disyuntiva es: o hacemos uso inteligente de nuestro derecho a elegir verdaderos representantes de nuestros intereses, los intereses del pueblo organizado, o preparémonos al establecimiento de una dictadura liliputiense, avalada por pajes que piensan que es un gran mérito gritar a los cuatro vientos: “es un honor estar con obrador”.
En el trascurso de la historia, en diferentes latitudes de nuestro planeta, el pueblo organizado siempre ha demostrado tener la capacidad suficiente para superar situaciones como la que ahora se nos presentan, o más difíciles. Los mexicanos no debemos tener la menor duda de que superaremos esta situación, razonando bien nuestro voto el próximo 6 de junio.
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