El actual gobierno de México trata de sembrar en el electorado mexicano la idea de que el funcionamiento del país es el óptimo, que se acabaron los años de restricciones para el pueblo; que se acabó con el neoliberalismo rapaz e inhumano y que por fin estamos entrando a una época de bienestar generalizado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dice que tal situación se pudo alcanzar gracias al combate a la corrupción y porque ahora sí el recurso público llega al pueblo, a través de sus programas sociales de entrega de dinero en efectivo.
Sin embargo, los sinaloenses debemos analizar si en realidad las cosas están mejor que nunca o si siguen, esencialmente, igual que antes de que morena llegara al poder. Para este fin nos pueden servir algunos datos, todos ellos extraídos de datamexico.org y ceieg.sinaloa.gob.mx
Sinaloa produce 10.4 por ciento del PIB nacional agrícola (año 2021), es el tercer estado de la república mexicana más rico en productos agrícolas, el estado produce mucho maíz, primer lugar nacional; mucho tomate, primer lugar nacional; mucho chile verde, primer lugar nacional; mucho frijol, segundo lugar nacional y mucho sorgo, 3er lugar nacional. En producción pecuaria tampoco anda mal, es el sexto lugar nacional en producción de carne de bovino en canal; vende más carne de bovino que tomates, pues esta representa el 48 por ciento de valor de las ventas al extranjero.
La producción de riqueza en México y Sinaloa es muy grande, pero veamos ahora qué beneficios obtiene el trabajador de esta gran producción de riqueza. En Sinaloa tenemos el salario promedio diario de cotización ante el IMSS más bajo del país, con 322 pesos, llevamos en ese lugar al menos cuatro años; somos el último lugar en generación de empleos formales. El trabajador formal en Sinaloa gana, en promedio, ocho mil pesos mensuales. El trabajador informal gana, en promedio, seis mil pesos mensuales.
A pesar de ser la descrita la situación laboral, según reportes del portal del Comité Estatal de Información Estadística y geográfica de Sinaloa (CEIEG) durante 2021 no estallaron huelgas en estado, asimismo en 2020. ¿No se tiene mecanismo para emplazar, no hay sindicatos? O los que emplazan a huelga ¿al final ganan atención a sus peticiones y por eso deciden no estallar las huelgas? ¿Si este fuera el caso, porqué entonces son tan malas las condiciones laborales en Sinaloa? ¿Hay un eficiente charrismo sindical que no estalla la huelga, aunque no se resuelvan demandas de trabajadores? Es probable que esto último sea lo que está ocurriendo con más frecuencia.
Veamos algunos otros datos de la situación socioeconómica de los sinaloenses: 10 por ciento de los hogares de menores ingresos (primer decil) tuvieron un ingreso promedio trimestral de $13.9 mil en 2020, mientras que el 10 por ciento de los hogares de mayores ingresos (décimo decil) tuvieron un ingreso promedio trimestral de $164 mil en el mismo periodo.
Hay una desigualdad muy grande en la distribución del ingreso. En 2020, En Culiacán, la principal ciudad, 21.3 por ciento de la población se encontraba en situación de pobreza moderada y 1.69 por ciento en situación de pobreza extrema. La población vulnerable por carencias sociales alcanzó un 33.6 por ciento, mientras que la población vulnerable por ingresos fue de 7.77 por ciento.
Las principales carencias sociales de Culiacán en 2020 fueron carencia por acceso a la seguridad social, carencia por acceso a los servicios de salud y carencia por acceso a la alimentación. Hay en total en el estado 227 mil pobres moderados, 18 mil pobres extremos, 357 mil vulnerables por carencias sociales, 82.7 mil vulnerables por ingresos; en total la población vulnerable en Sinaloa es de 684 mil individuos vulnerables en alguna forma, esto es, el 64 por ciento de la población culiacanense. La población no vulnerable es de 380 mil personas. El 26 por ciento de los culiacanenses viven hacinados; 25 por ciento d la vivienda es alquilada, prestada o familiar.
Dónde están pues, las bondades de la nueva economía moral fundada por AMLO. La realidad de los sinaloenses lo desmiente.
Para que los sinaloenses puedan superar las carencias más sentidas deben organizarse según un programa de lucha que ataque en orden de prioridad sus problemas; dado que la principal carencia de los trabajadores es el escaso ingreso de las familias sinaloenses, desde mi modesto punto de vista, debe darse una lucha tenaz en pro de un sindicalismo auténticamente obrero, que defienda sin traiciones a los trabajadores, para así poder pelear realmente mejorías en sus condiciones laborales como elevación de salarios y seguridad social; segundo, deben organizarse los sinaloenses para pelear por el acceso a los servicios de salud que hoy se le niegan y junto con ello, luchar por una mayor inversión en mantenimiento y mejoramiento de servicios públicos que mejoren la salud de la gente; hoy en día, los servicios de agua potable, drenaje sanitario y energía eléctrica están colapsados, dificultando así la vida y la salud de decenas de miles de familias; tercero; una lucha tenaz por que se compre por los gobiernos de todo nivel terrenos a bajo costo para otorgar créditos a las familias que no pueden pagar un lote a precios de las desarrolladoras de vivienda, para abatir la carencia de más de un cuarto de la población sinaloense.
Todo esto amerita una labor titánica de concientización y organización de la gente, volanteos, casa por casa, difusión con altavoces, asambleas por colonia, calle, manzana y hasta por banqueta, difusión vía redes sociales y uso de todos los mecanismos al alcance de los trabajadores para levantar a sus paisanos y pelear con la ley en la mano por un futuro mejor para todos; eso es lo que se necesita hoy en día: una labor titánica, tenaz del titán que es el pueblo mexicano y sinaloense para conseguir el verdadero progreso que hoy nos quieren ofrecer, falsamente, en forma de tarjetas el bienestar.
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