La lucha de un pueblo libre en contra de la invasión del imperio romano que pretende invadirlo y someterlo, es la historia que los actores y actrices de los grupos culturales del Movimiento Antorchista Nacional nos contaron –el tercer día de trabajos del XXII Encuentro Nacional de Teatro– a través de la puesta en escena de la pieza teatral “El nuevo cerco de Numancia” del dramaturgo español Alfonso Sastre, que presentó la compañía de teatro Víctor Puebla, integrada por los grupos culturales del Movimiento Antorchista Nacional.
“El nuevo cerco de Numancia” presenta una relectura y reescritura de “Numancia”, obra original de Miguel de Cervantes Saavedra, escrita en 1585, considerada una de las mejores tragedias renacentistas españolas, inspirada en la derrota de Numancia en el año 133 a.C., por los romanos en el contexto de las guerras celtíberas.
Numancia, una ciudad celtibérica, resiste desde hace años a las tropas del general romano Escipión, cuyas tropas han relajado sus costumbres. El general arenga a sus tropas y decide que caven un foso para tomar la plaza por inanición
Dos embajadores numantinos hablan con Escipión para pedir que dejen a Numancia vivir en paz, pero el general romano los rechaza y a los numantino solo les queda más que enfrentarse al ejército romano o morir porque Numancia solo tenía seis mil habitantes hambrientos y el ejército romano era gigantesco.
Ante la difícil situación, y luego de haber hablado con los numantinos, estos deciden morir antes que entregar Numancia y sufrir los ultrajes de los conquistadores, pues ellos han vivido libres y libres morirán. Por eso su consigna fue: ¡Numancia o muerte!
Extenuados los habitantes de la ciudad, deciden quemar todos los bienes materiales de la ciudad a fin de que los romanos no se queden con nada de los numantimos y para terror de los romanos, matan a los pocos pricioneros romanos que tienen y consuman su carne. El canibalismo lo practicaron los pueblos antiguos a fin de mandar mensaje a sus enemigos acerca de que eso les pasaría si se atrevían a agredir o invadir a su pueblo.
Posteriormente, los numantinos se dan muerte unos a otros a fin de que los romanos encuentren una ciudad inerte, no salieran victoriosos y no tomaran a Numancia como trofeo de guerra.
Numancia es ejemplo de la resistencia de un pueblo libre, que prefiere morir de pie que ser vasallos del imperio.
“<El nuevo cerco de Numancia>, según palabras del autor, es una metáfora de la heróica resistencia del pueblo vietnamita, y también es metáfora de todos los pueblos que le hacen frenta a las invasiones de Estados Unidos. Sastre modifica diversas escenas para protestar y tomar partido a favor de los pueblos invadidos, lo hace de tal forma que el anacronismo (los hechos o cosas que no pertenecen a la época de la invasión de Numancia) se vuelve un elemento fundamental para decirle al espectador: “esto sigue pasando en nuestros días, antes fue Roma y hoy es Estados Unidos; antes fue Numania y ahora es Cuba, Vietnam, Irak, Yeen, Afganistan, Libia, Siria y muchos otros”: Compañía de teatro Víctor Puebla, integrada por los grupos culturales del Movimiento Antorchista Nacional.
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