Este fin de semana leí con cuidado un artículo titulado “Pemex es un foco de despoblación y de administración incompetente”, publicado en el portal digital rebelion.org, y firmado por el periodista Gastón Pardo, corresponsal en México para varios medios internacionales de tendencia progresistas. Se trata de un interesante análisis en el que se denuncia el despojo de tierras a campesinos de la Huasteca veracruzana, el daño ecológico, la corrupción e impunidad; y la injerencia del crimen organizado en Petróleos Mexicanos (Pemex), bajo la tolerancia y complicidad de la secretaría de Energía, Rocío Nahle García, una de las aspirantes morenistas a la gubernatura de Veracruz. Me referiré, por obvio de espacio, solo a algunos importantísimos datos proporcionados por el articulista.
De entrada, llama la atención que el periodista califique a la actual titular de la Secretaría de Energía (Sener), como “la mayor delincuente que haya pasado por el sector energético en México”, pues la acusa de tolerar y promover la injerencia de fuertes intereses extranjeros en la conducción de la política energética del país, además de que durante los años en que ha estado al frente de este sector, el negocio paralelo de hidrocarburos existente en México y que es manejado por el crimen organizado, se haya incrementado exponencialmente, un giro negro que utiliza buena parte de la infraestructura y red de distribución de la propia Pemex, pues la empresa se encuentra infiltrada hasta la médula por la delincuencia.
Por otro lado, se acusa a Nahle García de permitir y promover la existencia de contratos leoninos, es decir, al margen de las disposiciones legales vigentes, para despojar de sus tierras de cultivos a miles de campesinos humildes del Totonacapan y la Huasteca veracruzana, a quienes paradójicamente aspira gobernar. Y es que desde hace más de 40 años cuando se descubrieron los yacimientos petrolíferos en la zona de Poza Rica, la empresa productiva del Estado hizo firmar a miles de campesinos “contratos de uso superficial”, una figura que no se encuentra regulada por el Código Civil de Veracruz, para garantizar la facultad de tránsito de la empresa en los terrenos afectados, con una infaltable cláusula de disponer del inmueble sin restricción y ad aeternum. Es decir, contratos ilegalmente indefinidos hasta la eternidad.
En el artículo se lee: “Por medio de este documento que nunca es expresión libre de voluntades… sino que es la imposición de la voluntad de la empresa Pemex de rentar una pequeña superficie, que mediante el leonismo incurre en la ilegalidad, pues declara unilateralmente su indefinición. De tal manera, un contrato que tiene una vigencia aparente de 20 años, surte efectos sin límite de tiempo… [Pemex] puede destruir a cambio de limosna todo lo que juzgue necesario para su propósito extractor de hidrocarburos. No hay en la Huasteca un rincón que no haya recibido un baño de hidrocarburo”.
Uno pensaría que este esquema, que proviene de los tiempos neoliberales, supuestamente eliminado, quedaría superado en el actual gobierno de la transformación postneoliberal, sin embargo, esto no es así, el modelo se sigue replicando.
Con Rocío Nahle, al frente de la Sener, se han emitido nuevos contratos de este tipo y se han renovado los existentes ante la Comisión Nacional de Hidrocarburos, pues se trata de un modelo que permite al gobierno abusar impunemente de las tierras ejidales de los campesinos y no hacerse responsable de los daños ambientales ocasionados por los constantes derrames de hidrocarburos. Se estima que en los últimos 20 años éstos han provocado pérdidas por más de 50 mil millones de dólares, con mayor impacto en el aspecto ambiental y agrícola.
Pemex protege su infamia en unos contratos de uso de superficie por medio de los cuales consigue la impunidad y se pone a salvo de indemnizar a sus víctimas. Jamás ha habido indemnización para nadie porque Pemex protege su impunidad con estos contratos.
Gastón Pardo sostiene que tan solo entre marzo y junio de 2022 se incrementó el número de explosiones e incendios derivados de las constantes fallas y averías de la red de tuberías que cruzan miles de kilómetros de parcelas. El periodista cita una nota del medio local entrepalabras.com en el que se afirma que en tan solo cuatro meses se registraron 77 incendios en el municipio de Papantla, provocando un daño de más de 680 hectáreas de tierras cultivables, se trata de un promedio de entre tres y cuatro incendios diarios.
A esto se suman las terribles secuelas de las constantes filtraciones de hidrocarburo al suelo, que afectan directamente la salud de los pobladores de las zonas aledañas. “El doctor Peter Rothschild, arzobispo de la iglesia ortodoxa en el Caribe y médico especialista en medicina celular, con domicilio en MacAllen, Texas, estuvo en Papantla y mediante su sistema de diagnóstico electrónico detectó cáncer y estados precancerosos en pacientes que le llegaron de San Fernando, Tamaulipas, hasta Martínez de la Torre, Veracruz. Derivados casi todos de la absorción de hidrocarburo. Los pacientes más graves procedían de San Rafael, porque el plátano que todos comen está a la vez contaminado con fungicidas y plaguicidas”.
Y continúa: “Se puso la denuncia en la Secretaría de la Energía… Pero la oficina de Transparencia se limitó a «echar aguas» a los funcionarios de Poza Rica. La propia secretaria Rocío Nahle ha dado la espalda a los agraviados y ha prohibido que sean recibidos los quejosos en oficinas de Pemex. Es decir, Rocío Nahle ha adoptado el criterio lombardista español, aquel que se pronunciaba en contra de las etnias tenek y totonaca. Han cometido daños por varios millones de pesos y sólo han pagado limosnas”. Una actitud verdaderamente condenable.
El artículo concluye con una reseña, muy a grandes rasgos, de las nefastas consecuencias de la infiltración cada vez mayor del crimen organizado en Pemex, la más grande empresa del gobierno, que de orgullo nacional ha pasado a ser una vergüenza.
“Pemex está en un grave y perturbador escenario criminal: funcionarios ejecutados, trabajadores desaparecidos, contratistas secuestrados, extorsionados y obligados a pagar derecho de piso. Una familia inversora en inmuebles fue obligada a donar su patrimonio a un grupo criminal ante la fe de un notario de Poza Rica. El desastre criminal incluye la toma de pozos que han quedado al mando de grupos del crimen organizado. No debe escapar de la atención de los lectores el huachicol”.
Todo esto sin olvidar que Pemex es la petrolera más endeudada del mundo con un monto de más de 105 mil millones de dólares que no disminuye, a pesar de que tan solo en 2022 el gobierno de López Obrador destinó la friolera cantidad de 45 mil millones pesos del presupuesto público para el pago de esta deuda; además de que la producción de combustibles se encuentra en su nivel más bajo, pues el pasado 2022 solo produjeron apenas 1 mil 622 millones de barriles diarios, su punto más bajo desde 1979, redundando en una pérdida neta de 2 mil 670 millones de dólares.
Y en medio de tal desastre, mientras las cinco refinerías ya existentes de Pemex, apenas procesan al 30 por ciento de su capacidad, el próximo 1 de julio seguramente se montará todo un espectáculo mediático para promover la producción de los primeros litros de gasolina de la refinería Dos Bocas (que oficialmente ya fue inaugurada hace un año, sin que entrara en operaciones), un gran nido de corrupción y un monumento a la ineficiencia y a las locuras de este gobierno.
Este es, pues, la catástrofe que dirige y orquesta Rocío Nahle García y son estos los pésimos resultados que respaldan sus aspiraciones a la gubernatura de Veracruz. Ojalá los veracruzanos no tengamos que pasar la calamidad de ser gobernados por este oscuro personaje. En nuestras manos está impedirlo.
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