Ya acabó el sexenio lopezobradorista y el rochista en Sinaloa está por terminar su tercer año; sin embargo, parece no avanzar un ápice la solución al problema de la vivienda.
¿Por qué el Gobierno mexicano no puede resolverlo? ¿Cuál es la causa de que no se materialice el derecho a tener un lugar donde vivir? ¿Por qué la gente que necesita soluciones y que además paga impuestos, y más cuotas adicionales que le impone el Gobierno, parece nunca obtener respuestas de quienes administran el dinero público?
El derecho a una vivienda digna no puede seguir siendo un privilegio inalcanzable, sujeto a la especulación y a las barreras que impone un sistema indiferente a las necesidades de la gente.
En primer lugar, el problema se explica porque el sistema capitalista en que vivimos no trabaja para "dar" vivienda, sino para vender, y para vender caro, y así aumentar las tasas de ganancia de las grandes empresas inmobiliarias.
En segundo lugar, porque el Gobierno, que es el que pudiera enmendar o paliar esta situación, no ayudó, por más que lo diga el presidente en turno. El Gobierno de "primero los pobres" ha permitido, o incluso promovido con sus acciones, el encarecimiento de la vivienda.
Al no fomentarse la construcción y venta a bajo costo de vivienda para los trabajadores, esto crea un problema adicional, el del aumento de la demanda y el consecuente encarecimiento de las casas de alquiler.
Así, quienes no pueden adquirir una vivienda ahora enfrentan un problema adicional creciente: el del aumento del costo de rentar una casa.
"A escala nacional, la renta de vivienda subió 4.1 % en julio pasado y fue la tasa más elevada desde febrero de 2004, de acuerdo con el Inegi. Sinaloa fue el segundo estado donde el alquiler tuvo el mayor aumento, con 6.4 %, y destacó Culiacán, con una tasa similar, lo que no se veía desde febrero de 2003" (El Universal, 15 de febrero de 2024).
O sea que en Sinaloa, en 21 años no se había tenido un alza de los precios por rentar una vivienda como durante el Gobierno actual o, dicho en otras palabras: por sus resultados, la peor política en la materia de los últimos tres mandatos presidenciales ha sido la actual.
Según Fernando Soto-Hay, director de la empresa Tu Hipoteca Fácil, el problema de la carestía de la renta y la vivienda “…tiene que ver con la consistente reducción de la construcción de vivienda en los últimos ocho años y que se acentuó de forma muy significativa en este sexenio".
En su opinión, el principal problema es que se han quitado los subsidios a la construcción de vivienda básica y no hay políticas públicas que reorganicen el suelo intraurbano para edificar. También se debe a que la autoridad permite una serie de elementos de distorsión o corrupción que generan desinversión en el sector. (Ídem)
Las medidas que han tomado los Gobiernos local y federal en el sexenio actual han ido directamente en contra de la población de bajos ingresos. Los precios están tan altos que ya es imposible comprar: "En todo el país, las viviendas con crédito hipotecario tuvieron un precio promedio de un millón 725 mil pesos en la primera mitad de 2024; hace diez años, a mediados de 2014, costaban 608 mil, indican datos de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF)" (Ídem).
Es el problema tan grave a nivel nacional, agudizado por la desatención de los Gobiernos locales, como en Sinaloa, que se ha vuelto costumbre para varios grupos de ciudadanos salir a la calle a protestar para exigir que se inviertan recursos públicos en la compra de terrenos, y que luego sean vendidos a las familias que no pueden comprar una vivienda nueva ni tampoco seguir alquilándola.
Hasta ahora, lo más que se ha logrado es que la Comisión de Vivienda Local (Cvive) abra un programa de ahorro para que las familias paguen un impuesto extra y así se les pueda dar un crédito por la mitad del costo del lote que quieran comprar.
Hasta ahora, las familias organizadas en el Movimiento Antorchista han pagado 2.1 millones de pesos a la Cvive, lo que demuestra la voluntad de la gente de sacrificar más para resolver su problema.
Pero ahora es la oficina dirigida por Antonio Castañeda Verduzco la que lleva meses sin decidirse a encontrar un solo terreno para comprarlo, fraccionarlo y venderlo a los solicitantes. Siempre se encuentran inconvenientes a los terrenos que propone Antorcha, pero la institución no ofrece una alternativa de solución.
Desde aquí protesto enérgicamente por la burla en la que se ha convertido el cumplimiento de la palabra del gobernador en el sentido de que se atendería la demanda de los antorchistas, y convoco a los afectados a que de no haber una solución el día 29 de agosto, retomemos nuestros mítines de protesta, volanteos, cadenas humanas y demás acciones de lucha que sean necesarias para que se acelere la solución que hoy se niega.
Los antorchistas no dejaremos que sea por nuestra culpa que las condiciones para tener un techo propio sigan empeorando por la negligencia oficial o, peor aún, por su connivencia con el empresariado que vende a precio de oro el derecho a tener dónde vivir.
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