La reafirmación de Morena en el gobierno federal no sólo ha significado el encarecimiento de la vida en México, la prosperidad para la élite de la burguesía y una mayor concentración de la riqueza social, sino la continuación de grandes amenazas para los mexicanos: la pérdida inminente de la autonomía de instituciones clave para el equilibrio y escrutinio del poder; el olvido del pueblo y el sometimiento de las masas a través del vil engaño de los programas sociales.
Las políticas de “austeridad republicana” y las reformas defendidas por Morena en nada reconfiguran la estructura de la economía política en México y siguen acrecentando la miseria.
Tan solo para el 2025, el gobierno federal destinará la cuantiosa suma de 800 mil millones de pesos en programas sociales heredados por el anterior mandato de Andrés Manuel López Obrador, un enorme paliativo que pretende enajenar a los más de 100 millones de pobres que hay en México, según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, pero no combate el verdadero problema.
Las políticas y propuestas determinadas por el actual gobierno de Claudia Sheinbaum no son otra cosa que la continuación del proyecto obradorista. Hoy, la bandera de falso progreso que pregona el gobierno federal esconde una severa crisis del equilibrio del poder en nuestro país.
Tras la polémica y catastrófica reforma al Poder Judicial impulsada por AMLO, la impartición de justicia en México ha quedado con un sesgo enorme, debilitando un contrapeso esencial en la democracia nacional. Sin embargo, esto apenas es la entrada para otros golpes que acentúan con mayor fuerza el carácter dictatorial del gobierno morenista.
Otras dependencias que desaparecerán por mano del gobierno federal y bajo el pretexto de simplicidad burocrática y ahorro del erario público, son el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la Comisión Federal de Competencia Económica y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social; instituciones enfocadas a la regulación gubernamental y al análisis estadístico de la pobreza.
Sin duda estas reformas son una evidente centralización del poder oficial, que además no quita el pie del renglón y sigue vulnerando al Instituto Nacional Electoral en su búsqueda por desaparecerlo.
Tan solo para este 2025, se aprobó un recorte de casi 9 mil millones de pesos, lo que representa una importante reducción de más del 30 % de sus recursos para su funcionamiento.
En Antorcha tenemos claro cuál es la dirección del proyecto morenista a nivel nacional y sabemos, con datos en la mano, que el lema de “primero los pobres” es un simple eslogan.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, el 1 % de la población en México concentra el 41.2 % de toda la riqueza social del país. Hoy, de acuerdo con la Oxfam, la fortuna de Carlos Slim es equivalente a la de la mitad más pobre de la población que suma casi 64 millones de personas.
Lo anterior es reflejo claro de que las políticas de “austeridad republicana” y las reformas defendidas por Morena en nada reconfiguran la estructura de la economía política en México; en cambio, siguen acrecentando la miseria.
Los mexicanos se han topado con un crecimiento exponencial del costo de vida que, desde 2018 a la fecha, no se detiene. Datos de la plataforma de estadísticas mundiales Numbeo, que evalúa el poder adquisitivo, el costo de renta, comestibles y transporte señala que, de 2018 a 2024, México pasó de la posición 104 a la 60 de 121 naciones evaluadas en materia del costo de vida.
Tal posición es muestra clara de que continúa la demagogia del gobierno oficial, desde 2018, misma que alienta la limosna social y no hace frente a los hechos concretos que afectan a los más necesitados.
Por si fuera poco, las asignaciones presupuestales para el 2025 ya comienzan a asestar golpes directos al bienestar de los mexicanos. Tan solo en materia de salud, de acuerdo con el Colectivo Cero Desabasto, el PEF 2025 contempló un recorte del 12.2 % en términos reales para el sector salud; es decir, 122 mil 668 millones que deteriorarán aún más el de por sí ya golpeado sistema de salud nacional.
Cabe recordar que entre 2018 y 2022 más de 30 millones quedaron sin acceso a la salud pública, aumentando la cifra de 20 millones a más de 50.
Es un momento crucial para defender la integridad del país. El pueblo pobre y trabajador debe reflexionar sobre su verdadero papel en esta coyuntura histórica y en Antorcha tenemos el compromiso real de generar esa conciencia social activa en la lucha política y social que se vive actualmente.
Hoy, la compra de conciencia a través de programas sociales es una estrategia descarada para acrecentar y mantener el voto cautivo que los perpetúe en el poder político. El proyecto de Morena busca limpiar el camino para tener el control total en sus manos, sin importar el bienestar del pueblo y sus necesidades.
Sabemos que ahora más que nunca debemos levantar la voz para evitar que el pueblo no caiga en la trampa del pan y el circo, mientras el gobierno camina en dirección a un régimen dictatorial, sin oposición real, sin mecanismos de regulación y con el poder absoluto para llevar las riendas de nuestro país a un precipicio de miseria y pésimas decisiones.
Sólo Antorcha ha demostrado que sabe qué hacer y cómo hay que hacerlo, nos estamos preparando en serio para gobernar este país y dignificar la vida del pueblo mexicano.
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