Culiacanenses organizados en el Movimiento Antorchista hemos estado solicitando desde el inicio de la administración del presidente municipal sustituto, Juan De Dios Gámez Mendívil, solución a problemas diversos, mismos que le fueron expuestos en un pliego petitorio entregado en su oficina a los pocos días de que asumió el cargo, en junio de 2022. Hoy, a más de un año de entregadas las peticiones, después de varias reuniones celebradas con el Secretario del Ayuntamiento de Culiacán, José Ernesto Peñuelas Castellanos, y de haber reducido hasta el mínimo posible las demandas ciudadanas los resultados son pocos, por lo que nos vemos obligados a denunciar la situación ante la opinión pública.
Para que se tenga idea de las peticiones que hemos hecho las expongo aquí: 1) solares a precio económico para familias que no pueden comprar una casa a precios comerciales. Miles de culiacanenses pagan renta durante años, sin poder hacerse de un pedacito de suelo que le dé seguridad a su familia. Por ley local, los gobiernos municipales y el gobierno estatal son los únicos facultados para vender vivienda de servicios progresivos, que es la más económica. 2) regularización de la propiedad en colonias como la Ampliación 5 de febrero que tienen más de diez años en la zozobra por la falta de apoyo oficial. Ni siquiera se ha hecho un diagnóstico de la situación de los predios y trazado una ruta para atender el asunto. 3) Infraestructura educativa: construcción de módulos sanitarios en la preparatoria Rafael Ramírez, de Culiacán, así como las instalaciones del telebachillerato de Emancipación.
La primera tiene más de 20 años dándole servicio a la comunidad del sur de Culiacán, pero sus magros ingresos no permiten mejorar su infraestructura, ya deteriorada; la segunda no tiene instalaciones adecuadas, funciona en una pequeña casa propiedad de la comunidad, pero que no cumple los mínimos requerimientos de espacio para poder dar bien las clases, lo alumnos sufren de hacinamiento, calor extremo dentro de las improvisadas aulas y así es imposible que nadie aprenda. 4) Algunas obras, muy modestas, como la pavimentación de cuatro calles de diminutas proporciones en colonias como la Unión Antorchista y la Toledo Corro, que no llegan en conjunto a 1 km de pavimento; ampliación de la red de drenaje sanitario en Estación Obispo, 1 kilómetro; construcción de vados en Laguna de Canachi y de obras de prevención de inundaciones en Obispo.
Como se ve, las demandas a las que se ha reducido nuestro pliego petitorio son pocas y no implican un alto costo de acuerdo al presupuesto que maneja el Ayuntamiento de Culiacán. Por varias partes del municipio se ve andar a funcionarios inaugurando calles pavimentadas, (se anuncian en importantes medios de comunicación y espectaculares más de doscientas calles), instalaciones escolares, construcción de obras viales. Esto indica que hay recurso para obras. ¿Por qué a 15 meses de iniciada la administración actual, no se ha realizado ninguna de las obras que se mencionaron más arriba, a pesar de que ha habido compromiso de atenderlas? ¿Por qué? A pesar de que los mismos funcionarios encargados de hacer recorridos para constatar la necesidad de lo planteado han confirmado que no se están exigiendo lujos.
Por lo aquí expuesto, no queda más que concluir que a los trabajadores no les vale mucho ceder y disminuir a más no poder en sus solicitudes, dialogar, insistir, aceptar aplazamientos de los compromisos, vencidos estos volver a aceptar otros y así ad infinitum, cuando hay una clara intención de no resolverles o de resolverles a cuentagotas. Siempre es necesario que una vez ensayado todo esto, exijamos un trato justo, que se invierta de una vez lo que necesitamos mínimamente para llevar una vida más digna y que bien puede resolver el gobierno en turno.
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