En la historia de la humanidad han existido hombres y mujeres que dejaron huella en el pasar del tiempo, por sus hazañas, sus conocimientos, su enseñanza, y son recordados a pesar del tiempo, esa huella que dejan permanece fresca en el corazón y la vida de los demás humanos que van transitando por la vida. Un claro ejemplo de lo que digo es el biólogo Wenceslao Victoria Soto, fundador del Movimiento Antorchista en Michoacán, y quien la vida nos quitó a sus compañeros antorchistas y a su familia, hace ya 30 años.
Muchos mexicanos organizados en el Movimiento Antorchista han oído mencionar su nombre, incluso viven en colonias, calles o escuelas que lo portan; ejemplo son la primera colonia fundada por este gran líder, ubicada en el municipio de Morelia, allá a espaldas de la terminal de autobuses, que en sus inicios se llamó “Tierra y Libertad”, pero luego cambió a “Wenceslao Victoria Soto”, también así se llama la imponente Unidad Deportiva ubicada en esta colonia; con ellas, la Secundaria Federal “Biólogo Wenceslao Victoria Soto”, escuela fundada orgullosamente por nuestra organización, y, una más, la Casa del estudiante varonil, “Wenceslao Victoria Soto”, que forma parte de las Casas “Espartaco”; importante decir que fueron fundadas también por él.
Como éstos hay muchos ejemplos más, no solo en Michoacán, sino también en el país, y es resultado del ejemplo que dejó el antorchista que luchó por ver salir adelante a su pueblo, que nació en la pobreza y que por esta misma razón su convicción de cambiar esta realidad para los millones de pobres en nuestro país estuvo presente hasta el final de sus días.
El maestro Wences, así dicho con mucho cariño y respeto por mis compañeros antorchistas, nació en una comunidad de Zitácuaro: Milpillas de Coatepec de Morelos, el 28 de septiembre de 1952; hijo de padres campesinos y hermano de 11, supo desde pequeño lo que era vivir con limitaciones económicas y materiales que la pobreza trae consigo; sin embargo, cuenta su madre, María Soto García, señora ya de avanzada edad, pero clara en su pensar, que su hijo siempre fue muy estudioso y buena persona, algo que lo hizo resaltar de entre los demás.
Cuando fue tiempo de estudiar la universidad decidió ingresar a la Escuela de Biología, hoy Facultad de Biología, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y fue ahí cuando inició su lucha por las causas estudiantiles. Años más tarde su lucha se extendió, ya de la mano del Movimiento Antorchista, hacia las causas de los colonos, carentes de hogar y servicios básicos, por lo que junto a cientos de familias comenzó el proceso para la fundación de colonias, fueron muchos años de entrega y dedicación para llevar vida digna a los pobres de nuestro estado.
Lamentablemente, nos dejó muy joven y con todo un futuro prometedor por delante. Un 13 de abril de 1991, a causa de una operación fallida en el corazón, murió con tan solo 39 años de edad; para darle el último adiós se congregaron miles de michoacanos, despedido como pocos, como se merecía, en un funeral nunca antes visto, relatan viejos antorchistas que ahí estuvieron. Este mes remueve recuerdos y sentimientos en los que tuvieron la fortuna de conocerlo, en ellos está siempre presente y saben que lo que hizo en vida fue noble y bueno en favor de sus hermanos de clase. Habemos miles más, que no lo conocimos, que no estrechamos su mano, no lo vimos en la lucha, pero al ver el legado que dejó tratamos de seguir sus pasos y ser dignos para el pueblo, de ser los líderes que necesitan los olvidados de nuestra patria.
Cada año hemos realizado, en Michoacán, un evento político-cultural a su memoria, al que asiste nuestro líder nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, integrantes de la Dirección Nacional y cientos de antorchistas y amigos del antorchismo; sin embargo, debido a la pandemia y al mal manejo de la misma por el Gobierno federal, no pudimos este año hacerlo presencial, pero sí lo hicimos virtual a través de la página oficial de Facebook del Movimiento Antorchista Nacional, este 17 de abril a las 20 horas. Un programa lleno de música, bailes, poesía y muchos recuerdos, para recalcar que el maestro Wenceslao Victoria Soto, vive, está presente en cada logro del Movimiento Antorchista Nacional, en cada líder de colonia, de seccional, de estado; en cada estudiante… en cada antorchista que sabe la causa noble de su lucha. Mientras estemos en este camino de unión, fraternidad y lucha, él estará con nosotros, hasta la victoria.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario