MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

A luchar por el poder político y no sólo por un pedazo de calle para vender

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(In memoriam

Angélica Gasca Dávila)

El Movimiento Antorchista de la capital del Estado de México nuevamente realizó una protesta pública frente a la presidencia municipal de Toluca, el pasado 30 de octubre, por las agresiones sufridas a comerciantes ambulantes adheridos al antorchismo, por parte de los inspectores municipales, quienes, además de golpearlos, sin importar su edad o sexo, destruyeron sus humildes productos de cuya venta depende el sustento de sus familias.

Si se quiere acabar con la organización de los pobres de México, se debe terminar con la pobreza que es el flagelo que empuja a un buen número de mexicanos a realizar esta actividad que se pretende disfrazar como “empleo informal”

Esta situación se presenta regularmente en las temporadas donde la venta de mercancías en vía pública se incrementa y permite un mayor ingreso a quienes viven de esa actividad. Es importante destacar que los productos que se venden por ser “de temporada” no pueden competir ni en calidad ni en volumen con los del comercio establecido, por lo que esta no puede ser la razón de esta política de represión por parte del doctor Juan Maccise Naime. Tampoco puede serlo el argumento de combatir a la delincuencia porque no se tiene conocimiento de ningún detenido ni se ha demostrado su culpabilidad. Por último, en cuanto a la obstrucción de las vías de tránsito, se establecieron acuerdos con la administración municipal para precisar exactamente el sitio a ocupar. Y si, como aseguran los funcionarios municipales, algún comerciante no lo cumple, se puede y debe acudir al señalamiento y en caso de reincidencia, a alguna medida tendiente a corregir la falla pero no a privar al sujeto en cuestión de su fuente de ingresos y la destrucción criminal de sus míseros productos.

Queda, entonces, como única explicación de tales agresiones que se trata, una vez más, de un intento de acabar con la única organización que no se aprovecha de la necesidad de los ambulantes y los une y organiza para defender su fuente de trabajo sin exigirles ni aportar cuotas a ninguna autoridad para que puedan realizar sus actividades comerciales. Pero ya se ha dicho que, si se quiere acabar con la organización de los pobres de México, se debe terminar con la pobreza que es el flagelo que empuja a un buen número de mexicanos a realizar esta actividad que se pretende disfrazar como “empleo informal”.

Al respecto es necesario decir que el actual modelo económico que rige en nuestro país emplea, para obtener la mayor ganancia posible, sólo al número de trabajadores que le permite lograrlo; el capitalista no se siente obligado, ni puede hacerlo, a emplear a toda la fuerza de trabajo disponible y todos lo trabajadores no ocupados pasan a formar lo que Carlos Marx llamó el “ejército industrial de reserva”. Es decir, personas que tienen todas las necesidades, pero que no tienen empleo y por tanto deben buscar la forma de sobrevivir.

 Una de las formas de sobrevivir se las da el comercio ambulante, en el que el trabajador no tiene ninguna prestación ni garantía alguna de un ingreso suficiente para satisfacer todas sus necesidades y a la cual en nuestro país se dedica el 60 por ciento de la población económicamente activa.

Efectivamente, más de la mitad de los mexicanos que pueden trabajar, se dedican al comercio ambulante. Por tanto, no se trata de un problema de Toluca o de las principales ciudades del país, es un efecto del funcionamiento del modelo económico de nuestra nación y su solución de fondo y definitiva sólo se puede alcanzar con el cambio de dicho modelo. Para ello, es necesario que todos esos desempleados luchen ya no por un espacio en la calle para poder vender, sino que estén conscientes de la verdadera causa de su desgracia y se unan y organicen para conquistar el poder político y hacer realidad dos de los ejes que ha planteado el Movimiento Antorchista Nacional: trabajo para todos con salarios que permitan atender todos sus requerimientos sociales.

Y si se plantea esto como el objetivo a lograr a largo plazo, la lucha por el respeto a nuestra organización está a la orden del día y en esa tarea ninguno se puede quedar a la zaga. Así se trate de embestidas brutales como las realizadas por la presidencia municipal de Toluca o de respaldar a su valerosa dirigente, a la cual le consta que los antorchistas siempre hemos tenido por lema: “Unión, Fraternidad y Lucha”.

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