En busca del tiempo perdido es una obra del escritor Marcel Proust, escrita entre 1908 y 1922, está compuesta por siete partes que fueron publicadas entre los años de 1913 y 1927. La obra es, en gran parte, considerada como una de las cumbres de la literatura francesa y universal.
En busca del tiempo perdido abarca más que un relato continuo de acontecimientos presentes y pasados, la novela se encuentra o se muestra desde memoria y la conciencia del narrador, presentando de alguna manera sus recuerdos y sus prejuicios y cómo crea él las conexiones entre ambas, a lo largo de lo que lleva de vida.
La obra de Proust se encuentra llena de pequeños y grandes detalles que recrean sensaciones ya experimentadas por el ser humano. A lo largo del texto, el autor nos expone a las experiencias que ha tenido toda persona, recrea el miedo que tienen la personas al olvido, el autor descifra y muestra como es el contacto que mantenemos los seres humanos con nuestra vida que ya pasó, expone a los sueños como un método de escape al pasado donde la persona carece de incertidumbre pues ya vivió ese momento y de esta forma de tiene una especie de control ante esa situación anteriormente experimentada.
Logra cautivar al lector sólo si este se permite verse dentro de la obra, de lo contrario está puede parecer algo difícil de leer porque tiene descripciones muy específicas y en la línea temporal del que presenta el autor es muy flexible y si no se va al ritmo del texto en algunos momentos se pierde la coherencia del texto, por lo contrario si el lector se permite verse en el texto está crea una relación tan estrecha con el narrador que se pierde como lector y pasa a ser parte de la obra, pues el narrador expone sus sentimientos, sus recuerdos y hasta sus construcciones sociales de una manera tan natural que resulta casi imposible que el mismo lector no recree estas mismas cosas con él.
De alguna forma Proust deja la razón y la exactitud de los hechos para representar cómo funciona de manera real la memoria de ser humano, crea un espiral con picos y salidas por la cuales pasan los recuerdo, y de esta manera crea una obra con una realidad general, puesto que no necesitas formar parte de algún grupo en específico cualquiera maneja de alguno modo la memoria de esta manera.
La obra retrata tal cual las imágenes que creamos todos del exterior, pero con una visión personal que en ocasiones puede verse influenciada por las opiniones o constituciones sociales de los que nos rodean.
Proust obliga al lector a ver la realidad desde la parte más íntima de su ser, lleva al lector a encontrar que es lo que el percibe del mundo exterior y como este mundo exterior lo hace conectarse con su pasado por medio de las secciones y emociones que este le muestra durante el análisis de manera meticulosa del mundo exterior.
En busca del tiempo perdido es una obra a la que el nombre le queda como anillo al dedo, pues, tal y como lo dice el título dentro de la novela es prácticamente encontrar el tiempo como algo real, pero nada es más acertado que eso, aunque ya existan aparatos que miden el tiempo este sugiero si eso subjetivo dependiendo de la persona que lo utilice, Proust nos muestra la manera más primitiva del hombre para interpretar lo que es y lo que tiene a su alrededor hace uso de los detalles universales de la humanidad, como los son los sentimiento, las sensaciones y las memorias.
En conjunto estas tres cosas crean las consciencia de la persona y así es más sencillo poder sobrellevar la intensidad descriptiva que contiene el texto, pues sea de ser un relato para pasar a ser una especie de para la que te está contando las experiencias que ha vivido o las que ha presenciado de alguna manera.
A pesar de ser una novela de una extensión amplía, esto no es lo que le da el toque sorprendente, es la manera en la que se encuentra escrita, una obra, cualquiera que sea tiene múltiples interpretaciones, pero está en especial crea una infinidad de interpretaciones y momentos imaginables que es imposible de pensar, por eso es que al principio la novela parece ser un tanto pesada de lectura.
La primera parte de la obra “Por el camino de Swann” podría ser algo muy pesado para el lector, esto se debe a que es el primer acercamiento que se tiene con una escritura tan extensa y, a primera vista, sin sentido, no presenta una trama como a la que estamos acostumbrados, en esta parte de la novela en narrador nos presenta su infancia de una manera no temporalmente consecutiva, es decir que sus recuerdos se presentan en intervalos con el presente y el pasado, y crea un relato vivido de como los seres humanos controlamos nuestra memoria.
Esta primera parte ya muestra cómo será el desenvolvimiento del texto, el escrito expone como hace uso de del tiempo y del espacio, las descripciones, las representaciones emocionales. El escritor le hace una crítica al sentido material que le dan las personas a los objetos que los rodean, pues el hace uso de esto objetos no como pertenencias de valor económico si no como objetos de valor sentimental pues todos estos le traen o lo conectan con algo que en algún momento su significativo para el, presente al personaje principal como un ser humano ordinario en el sentido de las actitudes ante el mundo y de como este se deja influenciar de algún modo por su entorno.
La primera parte de “Por el camino de Swann” es “Combray”, en esta el narrador cuenta cómo fue su niñez, a través de la memoria el narrador presenta a los personajes que de alguna forma marcaron una parte de su niñez, hace uso de la descripciones tan extensas pero meramente personales, para que el lector pueda ver desde la misma manera los personajes, pues al presentarnos desde su memoria lo que estamos construyendo no es más que una copia de la construcción que ya tiene el narrador de los personajes, la presentación de esto está hecha sólo por el punto interno del narrador, lo que incluye sus valores y su prejuicios, de esta manera es más fácil entender lo que el narrador está sintiendo o sintió en su momento.
De este modo van cobrando vida todos lo recuerdos y la infancia va tomando forma y se siente como si el pasado fuera el mismo presente esto se debe a que el autor hace uso de los sentidos del ser humanos para revivir estos recuerdos, se puede decir que es casi imposible no mencionar el fragmento representativo de la obra y donde se describe todo lo anteriormente mencionado, me estoy refiriendo a la parte de la Magdalena: “Y de pronto el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenía el pedazo de magdalena que mi tía Leoncia me ofrecía, después de mojado en su infusión de té o de tilo, los domingos por la mañana en Combray (porque los domingos yo no salía hasta la hora de misa), cuando iba a darle los buenos días a su cuarto. Ver la magdalena no me había recordado nada, antes de que la probara”
De esta forma en narrador nos presenta como es que recuerda ese momento de su niñez, aquí expone los elementos que guardo en su memoria para poder recordar posteriormente este momento de su vida, hace una descripción extensa, maneja el tiempo (Manrique, 2014) (Pinto, 18) (Molina, 2005), utiliza los sentidos para guardar un momento, todo esto son elementos que las personas, que los lectores utilizan para guardar momentos de su vida.
Posteriormente nos presenta como en el futuro trae esos recuerdos a su memoria por medio de una magdalena, esa pieza ordinaria de pan que ahora cobro un sentido más profundo en su percepción de la vida. “En cuanto reconocí el sabor del pedazo de magdalena mojado en tilo que mi tía me daba (aunque todavía no había descubierto y tardaría mucho en averiguar por qué ese recuerdo me daba tanta dicha)”.
Proust encontró la manera más adecuada para que el lector formará parte de la obra y no sólo formará parte de ella, el lector se convierte en el propio narrador pues las sensaciones son universales y con las descripciones que presenta son tan comunes para el lector que le es posible sentirlas tan reales. Proust creo una nueva forma de escritora que permitió que el lector fuera más cercano a la historia que se presentaba en la obra.
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