El tan esperado cambio que los hidalguenses, hartos de la inmensa pobreza, rezago y marginación, deseaban ver tras la llegada del Gobierno morenista, aún no se manifiesta, ni hay indicios de que lo haga.
A pocos días del Segundo Informe de Gobierno, las carencias en servicios básicos, acceso a la salud, infraestructura carretera digna y apoyo al campo, entre muchas otras, no figuran como prioridad para el Gobierno estatal.
De acuerdo con las inversiones actuales, su prioridad es “verse bien” y crear espacios “decorosos” en la capital, mientras que la mayoría de la población vulnerable sigue en el olvido.
La política de circo de este Gobierno, que anuncia inversiones sin concretarlas y prioriza megaobras, no sacará a Hidalgo de la pobreza.
Según el Informe Anual de Situación de Pobreza y Rezago Social 2024, sólo el 17 % de los hidalguenses no son pobres ni vulnerables. Es decir, menos de dos de cada diez habitantes viven sin carencias en salud, vivienda, educación, seguridad o alimentación.
Esto explica el alto grado de marginación y rezago social del estado. La carencia más alarmante es el acceso a la salud, del cual carece el 50.4 % de la población. En cuanto a servicios básicos, más de 770 mil hidalguenses presentan carencias en este aspecto.
Ante esta situación, la política del Gobierno morenista de Hidalgo parece consistir en abandonar a miles de familias y priorizar obras de “relumbrón”.
El reporte de distribución porcentual de los recursos planeados del FAIS (Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social) revela que el presupuesto destinado a urbanización aumentó un 7.5 % de 2022 a 2023, pasando del 56 % al 63.5 %.
En esta categoría se incluyen remodelaciones millonarias de parques y edificios en la capital, como los casi 500 millones de pesos invertidos en la remodelación del Parque Ben Gurión, la Plaza Juárez, la Feria del Pueblo y el Palacio de Gobierno.
Al mismo tiempo, los egresos destinados a servicios básicos han disminuido. El presupuesto para agua potable bajó del 10.1 % al 8.6 %, el de drenaje y letrinas del 10.2 % al 8.2 %, el de electrificación del 6.1 % al 5.4 % y el destinado a mejoramiento de vivienda descendió del 11 % al 7.3 %.
En infraestructura de salud, la principal carencia de los hidalguenses, solo se invierte el 0.4 %, una reducción del 1.4 % con respecto al año anterior.
Para colmo, el mismo documento revela que los recursos anunciados no se están ejerciendo. En 2023, de los 3 mil 186 mil 600 millones de pesos planeados, solo se ejercieron 780 mil 800, menos del 25 %.
Pareciera que estos recursos se utilizan para anunciar grandes inversiones en las “Rutas de la Transformación”, mientras se sigue olvidando al pueblo más pobre de la entidad.
La política de circo de este Gobierno, que anuncia inversiones sin concretarlas y prioriza megaobras semejantes a las realizadas a nivel federal, como el Tren Maya y el AIFA, no sacará a Hidalgo de la pobreza.
El Gobierno de “primero los pobres” no realiza acciones a favor de quienes dice defender. Más bien, parece combatir su unidad y lucha, dejándolos indefensos y sumisos.
Desde que inició el Gobierno morenista en Hidalgo, hace dos años, el antorchismo hidalguense ha entregado pliegos petitorios de comunidades y colonias de todo el estado con el objetivo de establecer un diálogo resolutivo con las autoridades.
Sin embargo, hasta ahora, no ha habido solución a las demandas de obras y servicios básicos, apoyo al campo, pago a maestros, subsidios a albergues estudiantiles, rehabilitación de centros de salud e infraestructura carretera, entre otras.
A nuestras numerosas protestas, los funcionarios estatales han respondido con demagogia e intimidación. El secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, representante de un Gobierno déspota hacia los pobres, incumplió su promesa de establecer mesas de trabajo para solucionar las necesidades planteadas.
Olivares incluso llegó al extremo de despreciar una carta que la dirigente de miles de hidalguenses, la maestra Guadalupe Orona Urías, intentaba hacer llegar al gobernador, solicitando una audiencia.
Es indignante la política del Gobierno de Hidalgo, y los antorchistas no estamos dispuestos a quedarnos inermes. El próximo 6 de septiembre, día en que el gobernador presentará su Segundo Informe de Gobierno, el Movimiento Antorchista Hidalguense llevará a cabo protestas simultáneas en Huejutla, con la participación de cientos de comunidades de la Huasteca, y en Pachuca, donde se reunirán antorchistas de diversas regiones del estado, como la Sierra Otomí-Tepehua, Tulancingo y Valle del Mezquital, así como un numeroso contingente de la zona centro.
¡Vamos al informe en busca de soluciones! Vamos al informe para denunciar el tipo de funcionarios que tiene el Gobierno morenista en Hidalgo y para exigir que, finalmente, se dé audiencia y solución al pueblo hidalguense.
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