Con la llegada de Antorcha a Chimalhuacán, hace 36 años inició la senda del progreso. Este municipio cambió su rostro de basura, polvo, suciedad, pobreza y marginación por uno de vanguardia, por uno de ciudad modelo, reconocida como ejemplo de un buen Gobierno, cercano al pueblo.
La pobreza y marginación que padecían los habitantes de este municipio los obligó a buscar urgentes alternativas para cambiar sus condiciones de vida.
La marginación que sufrió Chimalhuacán durante décadas, antes de la llegada de Antorcha, se debió a que quienes se apoderaron del poder querían ver a la población sometida, y los recursos públicos que controlaban los destinaban a su enriquecimiento, dejando a la población en el desamparo, con carencia de los servicios más elementales, como agua potable, luz eléctrica, drenaje, y qué decir de la infraestructura del municipio, era nula, y el acceso a la salud y educación casi imposible.
La pobreza y marginación que padecían los habitantes de este municipio los obligó a buscar urgentes alternativas para cambiar sus condiciones de vida, y es así como Antorcha apareció en escena con sus líderes más comprometidos y humanos, y sobre todo visionarios, que vislumbraron una sociedad mejor, un municipio ejemplar, y lo fueron construyendo poco a poco de la mano del Movimiento Antorchista.
Sin embargo, al analizar las condiciones actuales e históricas, Antorcha se dio cuenta de que sólo se iba a lograr un cambio acelerado si el pueblo tomaba el poder en sus manos, y apegado a derecho se hizo valer ese poder ciudadano, al participar en las elecciones del año 2000, en las que se logró el cometido.
Aquel julio de ese año, el pueblo, a través del biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez, un hombre inteligente, militante de Antorcha desde hace muchos años, que en su trayectoria destaca la lucha social continua y decidida, ganó las elecciones.
La población chimalhuacana daba una lección a los caciques de ese tiempo, y de todos los tiempos, a los títeres que eran manejados por la cacique Guadalupe Buendía, mejor conocida como la “loba”, una mujer sin escrúpulos que se había enriquecido a costa de mantener el poder en sus manos y de someter a quienes se atrevían a rebelarse.
Ese año se recuerda con júbilo por lograr algo que se creía imposible: ganar las elecciones que hasta entonces habían estado controladas por la mano de la “loba”.
El pueblo le arrebató el poder y quería nuevos bríos para Chimalhuacán, pero a la vez con tristeza, porque precisamente el día de la toma del poder, el día en que el nuevo presidente municipal, Jesús Tolentino, tomaría posesión de su cargo y era acompañado por una multitud que festejaba su triunfo, el odio de quienes se sintieron agredidos y creyéndose los dueños y señores del poder municipal dispararon a quemarropa contra la gente que jubilosa llegaba a las oficinas de la presidencia municipal.
En el atentado fallecieron diez compañeros, nuestros mártires antorchistas en Chimalhuacán, que perdieron su vida a manos de los pistoleros de la “loba”, homicidio que quedó como una mancha de un municipio donde imperaba la ley del más fuerte y cruel.
Antorcha rinde homenaje a quienes dieron su vida con el firme deseo de un cambio. Antorcha los recuerda con cariño y les seguirá brindando un homenaje a su labor heroica.
Pero el progreso no podía ser detenido. El pueblo había decidido, Antorcha llega al poder y con ello inicia la base del progreso de ese entonces triste municipio, para convertirse en un municipio de vanguardia, en un municipio con un amplio desarrollo social, educativo, cultural y deportivo, progreso que se vio reflejado en las múltiples obras que se construyeron con miras de llevar los rubros mencionados a todos los chimalhuacanos.
Para Antorcha es esencial que los mexicanos se eduquen a través del arte, de la cultura, que practiquen deporte, y para esto era fundamental construir la infraestructura necesaria para implementar estos objetivos: obras de infraestructura emblemáticas fueron construidas que hasta hoy siguen adornando este municipio, como la alberca olímpica, un parque ecoturístico, un planetario, ocho universidades con amplia oferta educativa, espacios deportivos y culturales, y un largo etcétera.
Hoy desgraciadamente podemos observar cómo muchas de estas obras están siendo descuidadas por la actual administración morenista que nada valora el esfuerzo, por eso es urgente que los habitantes de este municipio exijan que las autoridades no destruyan, sino construyan.
Por nuestra parte, Antorcha festejará a lo grande con 100 mil antorchistas, que se reunirán el próximo domingo 1 de septiembre para celebrar 36 años de Antorcha en Chimalhuacán y dar fe de que la lucha continúa, y ahora más fuerte que nunca, por la necesidad apremiante que existe de justicia social.
Muchas felicidades al Movimiento Antorchista en Chimalhuacán, muchas felicidades por la valentía, entrega y por seguir luchando, sin parar un solo día, por una patria mejor.
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