Quiero dar mi punto de vista con relación a un tema que ha estado en auge en los últimos tiempos, y me refiero a todos los relacionados con la mujer en la sociedad y todas las acciones que se hecho para lograr la valoración,, equidad y erradicación de la violencia que se sufre por parte de sus familiares, parejas o la sociedad en general, por el simple hecho de ser mujer.
Acabamos de conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres (día naranja), el cual tiene como fin hacer conciencia en la sociedad de que a las mujeres no se les toca, no se les mata. Hagamos un poco de historia con relación a esta fecha. El 25 de noviembre de 1960, las hermanas Mirabal fueron brutalmente asesinadas por ser mujeres y activistas. Su único crimen fue haber luchado por sus derechos.
En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 48/104 para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que define este tipo de violencia como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”. En 1995 la Asamblea General Proclamó el 25 de Noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra la Mujer.
Se han hecho muchas leyes para proteger al género femenino, pero no han servido de mucho porque hay datos, sumamente reveladores, que nos dicen la realidad. En México, al menos seis de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado un incidente de violencia; 41.3 por ciento de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual y, en su forma más extrema, nueve mujeres son asesinadas al día. No es raro ver y escuchar en los medios de comunicación que aparecen cadáveres de mujeres en predios baldíos o mujeres desaparecidas, que días después son encontradas sin vida flotando en una cisterna (caso Debanhi). Lo que dicen los artículos o las leyes suena muy bien al ser leídas, pero en la realidad esto está muy lejos de ser así, lamentablemente tenemos un sistema judicial en nuestro país sumamente deficiente no sólo para proteger a la mujer, sino a la ciudadanía en general.
Me llamó mucho la atención que todos los niveles de gobierno celebraron este día con eventos, vistiendo el color del día, pero no me convencen del todo, la mujeres de nuestro país se deben cuidar todos los días del año, para mí la violencia no sólo es física, sexual o psicológica, también es violencia no dar seguimiento a las denuncias que se hacen ante las dependencias encargadas de recibir este tipo de denuncias de alguna mujer que sufre indicios de algún tipo de violencia, estoy consciente que no todas las mujeres se atreven a levantar la voz por miedo a ser juzgadas, o simplemente no lo hacen porque saben de antemano que son desestimadas por las autoridades por considerarlas poco graves, o se atienden de manera tardía.
La falta de capacitación de los funcionarios al frente de las instituciones de protección a las mujeres es uno de los problemas que debe resolverse con urgencia a nivel nacional.
No soy feminista (respeto a quien lo sea), soy una creyente de que, en nuestro país, la situación de toda la sociedad en general y de la mujer en particular no va a cambiar si no cambiamos el sistema que nos rige, sistema que hace al ser humano individualista, debemos luchar para cambiar este sistema que nos rige, esto no se puede lograr con luchas individuales, esto sólo se logrará haciendo luchas hermanadas con nuestros hermanos de clase, sin distinción de géneros, sólo así se logrará cambiar las condiciones de vida de la mujer y de todos los habitantes de México.
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