La niñez en México sufre grandes problemas y un síntoma del que quiero hablar es el trabajo infantil, que ha ido en aumento.
El trabajo infantil en México abarca una amplia gama de actividades, desde labores agrícolas hasta trabajos domésticos, pasando por la mendicidad y la explotación en industrias como la manufacturera y la minera.
Estos niños se ven privados de su derecho fundamental a la educación y se enfrentan a condiciones laborales peligrosas y explotadoras que ponen en riesgo su salud y bienestar.
Las políticas de la 4T olvidaron de los niños. Con la entrada de Morena se eliminaron instancias infantiles y se recortó el presupuesto para niños, escuelas de tiempo completo y apoyos a la salud.
La pobreza y la falta de oportunidades educativas son factores fundamentales que obligan a muchos niños a trabajar para ayudar a sostener a sus familias. La migración interna y la falta de regulación efectiva también contribuyen al problema, ya que muchos niños trabajan en sectores informales donde los estándares laborales son prácticamente inexistentes.
El trabajo infantil tiene consecuencias devastadoras en el desarrollo físico, emocional y cognitivo de los niños. Los niños que trabajan a menudo abandonan la escuela temprano, perpetuando así un ciclo de pobreza y privación.
Además, están expuestos a abusos físicos, emocionales y sexuales, lo que deja cicatrices profundas en su salud mental y emocional.
En 2019, las cifras estimadas del trabajo infantil en el país eran de 3.3 millones de menores de edad en actividades laborales. Para 2022, esa cifra subió a tres millones 850 mil, aseguró Carmen Gabriela Ruiz Serrano, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).
También cabe mencionar que en 2022, las entidades con mayor índice de trabajo infantil según el Inegi fueron Guerrero con 24.5 %, seguido por Chiapas con 20.8 %, Nayarit con 19.1 % y Oaxaca con 18.5 %.
Por lo que vemos en estos datos, la infancia ha sido olvidada en este sexenio. Cada vez hay más niños trabajando, en las calles, en el campo, en las fábricas y en otras actividades, porque no hay un apoyo real por parte de los gobiernos que ayude a enfrentar el problema.
Las políticas de la 4T olvidaron más a los niños. Con la entrada de Morena a la presidencia se eliminaron las instancias infantiles, se ha recortado presupuesto para niños, escuelas de tiempo completo y apoyos a la salud. Se quitó el ramo 23 que servía para etiquetar obras públicas como escuelas, parques, clínicas, canchas deportivas, auditorios, etcétera.
Los derechos de los menores de edad son violados con estas políticas. Si antes estábamos mal, ahora la niñez está siendo olvidada. Este 30 de abril, Día del Niño, no es feliz para todos.
Una inmensa mayoría de niños no recibe juguetes, no tiene la oportunidad de festejar con actos recreativos y se ven obligados a trabajar para sobrevivir y ayudar al sostén de la familia. Eso no debería estar pasando, sin embargo, ocurre y cada vez hay más casos.
Hago un llamado a las autoridades para que piensen en el futuro del país y empiecen por la niñez, garantizando que tengan alimento, oportunidades de educación y un lugar digno dónde vivir.
También hago un llamado al pueblo mexicano en general a que reflexione sobre esto y piense en qué le conviene a nuestros niños, si seguir así.
Por último, quiero decir que el Movimiento Antorchista está en contra de que la niñez sea olvidada y por eso, en nuestra organización, los niños son prioridad.
Llevamos e impulsamos la cultura y el deporte a los lugares más apartados, abrimos escuelas con el fin de que ahí se eduquen los hijos de la gente humilde y trabajadora, y muchas otras cosas. Los invito a formar parte de nuestras filas y a formar a nuestros niños en hombres y mujeres íntegros.
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