MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Está en juego el futuro de nuestros hijos, ¿educación o barbarie?

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“Hemos hecho a Italia, ahora tenemos que hacer a los italianos”.  Benito Mussolini.

 

Ha pasado el tiempo de la conquista, ahora debemos controlar sus mentes y encauzar sus esperanzas a través de la educación a modo. “Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, así reza el dicho que utilizamos muy a menudo sin aplicarlo en los hechos. En las últimas semanas el tema en boga es el de los libros de texto gratuito que se emplearán a nivel básico en el ciclo escolar que inicia.

Se ha dicho que los libros de texto tienen errores garrafales, que traen una carga ideológica en defensa del gobierno de la 4T, que se ha cambiado la historia para adecuarla en beneficio del gobierno en el poder, que cambia fechas históricas, etcétera y esos errores están documentados. Un error central es la casi eliminación de las Matemáticas quitando así la capacidad de razonamiento lógico de los alumnos.

Bastaría recordar un poco de la historia de Francia y Alemania para darnos cuenta del rumbo que ha ido tomando el actual gobierno federal a cargo de Andrés Manuel López Obrador y entender porqué es tan relevante esto de los libros de texto. Pues bien, hay que entender que el fascismo radicaliza y lleva al extremo todos los valores que se consideren “conservadores”, esto con el claro objetivo de atraer y dirigir contra el enemigo la molestia de las clases bajas y medias, trabajadoras y populares que por mucho tiempo se han sentido abandonadas e indefensas ante las políticas de austeridad y corrupción de los “gobiernos pasados”; esa es la idea principal.

Y entonces ante lo mal que están las cosas vengo “yo el salvador" a solucionar todos los problemas que tiene el país y como son problemas muy graves tengo que aplicar medidas muy extremas y, además, tú me elegiste para hacerlo y debes aceptarlo y si no lo haces estás en contra de la transformación del país, es decir aplican la metodología utilizada por Estados Unidos en Chile, Afganistán, etcétera, para que ante el caos puedan imponer sus leyes y métodos de control.

Nos impusieron unas políticas de austeridad republicana que se convirtió en una pobreza franciscana, políticas de austeridad aplicadas a “los de abajo”, como medidas únicas e inmutables, ante la crisis económica y social. Una crisis que se percibe ya como un “saqueo sin fronteras” por parte de las élites, que en los últimos cuatro años de gobierno han salido, más fortalecidas y más enriquecidas, y la clase trabajadora ahora está casi en la miseria, ¿Qué pasó entonces?

Pues es el fascismo representado por la 4T que sienta sus bases en México, y que se extiende de forma imparable por buena parte de los estados teniendo a la cabeza a AMLO, que no tiene nada de antisistema y menos de comunista, si no que constituye el plan B autoritario del sistema capitalista que a través del discurso anti- élites, anti televisa, anti ricos, toma el poder.

Un discurso, profundamente neoliberal, pero teñido de aspectos y elementos simbólico-emocionales conservadores (banderas, símbolos, frases, muñecos, etcétera), que rechaza toda forma de organización colectiva (organizaciones sociales, partidos políticos, grupos de oposición, etcétera) que demanda derechos sociales y justicia; la 4T alienta el mesianismo y la imposición de sus “líderes autoritarios” como los salvadores en quienes confiar ciegamente, ahí están las corcholatas presentadas como los próximos salvadores de la patria.

En los planes del fascismo se cumple con la función de ocultar las causas fundamentales de la injusticia social y la crisis, para que así se neutralice la posibilidad de que se cuestione la responsabilidad de estas y se culpe a los enemigos del líder y no a las élites económicas y financieras.

La 4T lo que hace, es sembrar la discordia entre los perdedores del modelo neoliberal, fomentando, por una parte, el orgullo de sentirse superior y, por otra, canaliza la ira popular hacia los colectivos más vulnerables que se le opongan. Así, mientras se alimenta la guerra entre pobres, los cenáculos neoliberales siguen repartiéndose el pastel y la fractura social que se aumenta, acarreando sus muertos y heridos en provecho del más fuerte.

Pero ¿por qué el pueblo no se da cuenta? Pues porque se trabaja en la parte ideológica, se reconstruyen el pensamiento colectivo, amplificado por los medios de comunicación, situando a todo aquel opositor a sus planes como si fuera el enemigo de los más pobres, la “extrema izquierda”, “los prianistas”, etcétera.

De tal forma que, en el tablero político, el único salvador es AMLO con la 4T mediante el epíteto vacío de “populismo” que oculta e invisibiliza el fascismo y desarrolla la precarización de la población que solo le queda el camino de “vivir pagando para morir debiendo”.

Y es que el actual fascismo mexicano ha ganado esta guerra ideológica que ha sido irregular y asimétrica porque tienen todo el poder, el discurso mañanero ha sido clave en la fabricación de una determinada percepción de la población para imponer a los imaginarios colectivos los contenidos afines a la 4T, que mezcla capitalismo, neoliberalismo y fascismo.

Los más ricos de México tienen claro que hay una lucha de clases y que la van ganando con Andrés Manuel en el poder al aumentar sus riquezas. Y, esto se debe a que están ganando esta guerra ideológica. Y en este contexto se entiende que la educación es la mejor trinchera para darle mate a cualquier oposición al poder fascista del líder supremo.

“Hemos hecho a Italia, ahora tenemos que hacer a los italianos” decía el fascista Benito Mussolini; “ha pasado el tiempo de la conquista, ahora debemos controlar sus mentes y encauzar sus esperanzas a través de la educación a modo” es lo que se pretende. La dominación es más profunda y duradera en la medida en que el dominado es inconsciente de serlo. Para cualquier imperio que quiera perdurar, el desafío está en domesticar las almas, en el fondo, es lo que se quiere hacer con la niñez, con los hijos del pueblo trabajador; con los jóvenes ya lo han logrado con la compra de conciencias a través de las becas.

Lo que viene en los libros de texto no solo son errores que demuestran su ignorancia, sino también, la ideología del emprendimiento que responsabiliza a las víctimas de su suerte y su futuro; la idea de la autoridad omnipotente, la sumisión y la obediencia ciega; la ideología del pensamiento positivo, que busca regular la conciencia opresiva de la explotación y sentirse incluso un colaborador libre y proactivo en la propia explotación del pobre.

Lo que se busca con esa ideología es olvidarse de las balas de goma o el gas lacrimógeno, y explotar más nuestra ignorancia, hundiéndonos en nuestro silencio.

Por todo lo anterior podemos asegurar que los libros de texto que pretende imponer Andrés Manuel López Obrador son una amenaza para los niños y niñas que los somete a la ignorancia, y por tanto, a perpetuar su pobreza.

Por eso hoy como dijo Luther King, “tendremos que arrepentirnos en esta generación, no tanto de las malas acciones de la gente perversa, sino del pasmoso silencio de la gente buena”. Y hoy, Antorcha Magisterial levanta la voz, no podemos mirar a otro lado mientras que el fascismo sienta sus reales en nuestro país, que no te engañen, no es comunismo, es fascismo puro y llano.

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