¿Que sigue ante este fenómeno?, un fenómeno social que se agrava día con día ya que no existen condiciones materiales de ningún tipo para evadir este problema social que en buena medida pudiera ayudar a corregir en sus distintos órdenes el gobierno, pero que no se ve en sus acciones, ni en sus propuestas de corto, mediano y largo alcance o bueno al menos no se percibe en el ámbito de la sociedad común y corriente.
Faltos de fuentes de empleo, además empleos bien pagados, bien remunerados que le alcance para satisfacer sus necesidades elementales, como el comer bien, vestirte bien, poder cubrir sus gastos en los distintos servicios para poder subsistir, poder acceder a la educación, una educación de calidad y transformadora por el bien de la comunidad, no solo del individuo, sí, programas de desarrollo social en educación, arte, deporte que lleguen a todos los rincones de nuestro estado pero sobre todo a los más desvalidos y desprotegidos.
El movimiento Antorchista de Nuevo León buscamos ser suma positiva para toda la sociedad, tratando ser apoyo para desarrollar una nueva sociedad más humana, más solidaria, interesada no solo en un apoyo material directo e inmediato; y que recibimos a cambio, negativas, sí, negativas para apoyar a una sociedad en plena decadencia, una sociedad que nació mala, claro que no, porque no tiene capacidad de racionalizar, tampoco es cierto, y otras muchas cosas de las cuales pudiéramos culpar a la sociedad en su conjunto, pero está muy claro que como individuo somos producto de una sociedad dividida en clases y que somos influenciados en gran medida por los que ostentan el poder y que tienen los medios para hacerlo.
Y hasta ahora, el modelo económico en que se desarrolla nuestra sociedad dividida en clase, aparece fundamentalmente dos actores, los dueños de los medios de producción, que se quedan con la riqueza mayoritariamente y los poseedores solamente de su fuerza de trabajo, obreros, campesinos, entre otros; que son los transformadores de la riqueza natural y productores de tal riqueza y solamente les dejan lo necesario para subsistir.
No nos cansaremos, e insistiremos en decir que, a Nuevo León, le hace falta, necesita con urgencia de una gran inyección económica para poder salir avante en los retos que enfrenta. Apoyar al sector productivo generador de empleos, que se traduzcan en empleos bien remunerados, revisando escrupulosamente y dando rumbo para que el beneficio llegue verdaderamente a las clases trabajadoras que son las más dañadas y perjudicadas, y que, para colmo de males de la clase trabajadora, el fenómeno pandémico provocado por el covid-19, sumo, pero en negativo y de la cual aún no podemos salir, la realidad ahí, nos toca la puerta. Se ocupa de una clase en el poder político, humana y sensible, decidida a cambiar el rumbo de nuestro país y nuestro Estado querido Nuevo León, hasta el momento las expectativas para con nuestro gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda, son alentadoras, ojalá se traduzcan en hechos contantes y sonante por el bien de los neoloneses.
Urge un verdadero cambio político y social que le dé oportunidades verdaderas a los trabajadores creando condiciones para acceder a una vida digna en todos los ámbitos, generación de empleos, empleos bien remunerados, educación de calidad para todos los niveles, acceso al deporte, el arte, la cultura en su conjunto y por todos estos medios entre otros muchos más, darle seguridad social a la colectividad de Nuevo león.
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