La descomposición social es un fenómeno inherente del capitalismo, sistema económico que tiene su base en la inequitativa distribución de la riqueza, característica que ahonda la desigualdad, la pobreza, la marginación y la inseguridad entre el pueblo de México. Con base en los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se advierte que la pobreza aqueja a 55.7 millones de personas, un 2 por ciento más que en 2018, año en que empezó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Por lo que actualmente el 43.9 por ciento de la población tiene una o más carencias entre las que destacan falta de empleo, servicios básicos, vivienda, educación, atención a su salud y seguridad social.
A la par del incremento de la pobreza, la inseguridad en el país ha crecido de manera desproporcionada al registrarse 162 mil 797 homicidios dolosos, según la consultora T- ResearchMX en su reporte MX, con datos que se han registrado en lo que va del sexenio de AMLO, hasta el 9 de agosto de 2023.
La guerra en números de la consultora T-ReasearchMx son datos que proporciona basados en el registro de homicidios dolosos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Pero, lamentablemente de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), México padece, además, otra crisis derivada de la violencia, al contabilizarse hasta el día de hoy 110 mil 954 personas desaparecidas.
Hechos delictivos que consolidan al gobierno morenista de AMLO como la administración en donde más se ha incrementado la inseguridad.
En este panorama desconsolador, se encuentra Quintana Roo, somos la entidad que a los ojos del mundo somos un paraíso, también somos, como parte del Caribe mexicano, uno de los peores evaluados en el rubro de derecho, que tiene que ver con la seguridad de sus ciudadanos, pues presenta de las peores cifras en homicidios, costo del delito e incidencia delictiva, cifras dadas a conocer por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
La entidad del sureste mexicano enfrenta también serios problemas económicos y sociales, porque mientras persista la comisión de delitos de alto impacto, será muy difícil atraer el turismo nacional y extranjero y por ende será muy difícil que los quintanarroenses tengan estabilidad económica
El Imco coloca a Quintana Roo en homicidios, en la posición 24, mientras que en costo del delito se ubicó en el lugar 32, e incidencia delictiva en el 30, por lo que, a nivel general, en esta categoría se encontró en la posición 20. ¿Que nos dicen esas cifras?, que la inseguridad permea y ocasiona graves daños a la confianza de las inversiones, del turismo, en general de todos los rubros de la economía y por eso hay mejores entidades en competitividad, a pesar de que tenemos un paraíso.
En el informe se lee: “La seguridad pública está estrechamente ligada a la calidad de vida de los ciudadanos, al salvaguardar su integridad física y sus derechos a través de la prevención y eliminación de aquello que pone en riesgo sus libertades, el orden y la paz pública”. O sea, si no hay seguridad, no hay calidad de vida y tampoco nada de lo demás mencionado.
En ese tenor, no hay un día en que los quintanarroenses sean víctimas de homicidio, en secuestros, robos, fraudes, que sean violentados y lesionados; el pueblo ya no puede seguir viviendo en estas calamidades, pero sobre todo no puede seguir esperanzado en las promesas de campaña de nuestras autoridades, pues hoy vemos que no se han cumplido y que lo más probable es que no se cumplan, lo cual es alarmante, al no combatirse la inseguridad, esto ha permitido que ésta aumente; es de lamentar que cada vez sean más los quintanarroenses afectados por esta situación, y, como siempre, es el pueblo trabajador el que termina afectado por las inacciones del gobierno local y federal, ambos impulsores férreos de la “Cuarta Transformación”.
Como consecuencia, no cabe duda de que, con estos hechos, la entidad del sureste mexicano enfrenta también serios problemas económicos y sociales, porque mientras persista la comisión de delitos de alto impacto, será muy difícil atraer el turismo nacional y extranjero y por ende será muy difícil que los quintanarroenses tengan estabilidad económica pues la mayoría viven de la industria si chimenea.
Ese es el panorama que hoy tiene Quintana Roo, hay preocupación, intranquilidad y los ciudadanos demandan medidas efectivas para frenar los hechos que les quitaron el sueño, tendrá que ser, sin duda, una acción coordinada entre los tres órdenes de gobierno, además porque son emanados del partido gobernante y fue un compromiso de campaña que aún no se ha realizado.
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