Durante el 2020, la covid-19 nos ha impactado sin duda alguna a muchas formas de conmemorar, celebrar y convivir fechas tradicionales importantes para los mexicanos, la navidad no es la excepción. Hoy no podemos visitar a nuestros seres queridos para saludar convivir y darles un abrazo en estas épocas decembrinas, estamos en un caos sanitario, resultado de la implementación de una mala política en la salud pública por las autoridades federales. Alerta: no podemos dejar nuestras vidas en manos de un gobierno inepto, debemos cuidarnos, resguardarnos, protegernos, acatar todas las medidas sanitarias, la pandemia está fuera de control, lo peor es que no sabemos cuándo saldremos de esto, ahí está el rebrote golpeando a varios estados.
A muchos incondicionales de Morena no les gusta que culpemos al gobierno federal de este desastre sanitario, pero es el que debió implementar un plan nacional, involucrando a los estados y municipios, con medidas efectivas, a tiempo y rígidas para que todos los sectores sociales contribuyéramos a frenar la pandemia y sancionar a los que no las acataran. Además, no implementó la entrega de apoyos con alimentos, medicinas y gastos extraordinarios a todas las familias vulnerables para que se pudieran quedar en casa en confinamiento y así lograr cortar la cadena de contagio. Nada de eso, solo verborrea de las autoridades todos los días en los medios de comunicación, jugando con las estadísticas, confusamente y de forma irresponsable, decían que llegar a 60 mil muertes sería un desastre, estamos llegando al doble y ninguna responsabilidad asumen las autoridades. Al contrario, no asignaron mayor presupuesto al sector salud para enfrentar la contingencia en el 2021. Queda claro a todas luces que a nueve meses de la pandemia, las autoridades siguen en un obscurantismo y en una manipulación mediática con fines electorales del próximo año. Ya se deja ver el amañado plan de la vacuna, dejemos que el tiempo nos muestre el manejo político de la vacuna en tiempos electorales.
La situación económica es un desastre, hay cifras que eran escandalosos y hoy van al alza; un millón de negocios cerrados, 4.5 millones de empleos perdidos, 27 millones de personas sin alimentos, padeciendo hambre todos los días, 72 millones sin seguridad social, sin medicamentos y acceso a la salud pública de calidad para atenderse del Covid-19, esto representa más de la mitad de los mexicanos. Tenemos 16.4 millones de hogares donde viven jóvenes en edad escolar jóvenes sin aparatos electrónicos ni internet para poder tomar clases virtuales y hacer sus actividades escolares, por supuesto que son los hogares más pobres, 35 millones de trabajadores en el empleo informal, actividad que se ha incrementado en los últimos meses, debido a la pérdida de empleos formales. Estos son algunos datos duros que azotan a los mexicanos todos los días, realidad que no corresponde con los discursos oficiales; esta parte de México es la que clama justicia, materializada en hechos concretos, fuera de la demagogia; a este pueblo hay que curarlo, educarlo, alimentarlo y dotar a sus comunidades de servicios básicos, pero desgraciadamente hasta ahora no se vislumbra en un futuro cercano un cambio de política social que beneficie a las mayorías empobrecidas de nuestro país, solo una vil manipulación oficial, aprovechándose de esa terrible carencia social en la que se vive.
Esta difícil navidad los mexicanos estamos siendo víctimas de las pésimas estrategias fallidas implementadas por un mal gobierno, que fue elegido por 30 millones de mexicanos, aquí se demuestra que no siempre las mayorías tienen la razón, también se equivocan. El hartazgo social llevó al pueblo a votar por un pésimo político y hoy estamos pagando las consecuencias. No podemos seguir apostando a políticos que en periodos de campañas de visten de corderos, bondadosos, amables, solidarios, pero como gobernantes enseñan su verdadero rostro de mediocres, incapaces, mentirosos, represores y demagogos, porque el precio que se paga es muy alto, aquí estamos pagando ese precio en carne propia: incrementos de costos de productos de la canasta básica, encarecimiento de los medicamentos, inseguridad, pérdida de empleos, cierre de negocios. Es momento de reflexión profunda que nos haga claridad de la realidad social que vivimos y que en las próximas elecciones, nos lleve a votar por los candidatos menos malos. No podemos volver a equivocarnos.
Compañeros antorchistas de todo el estado, nunca antes habíamos vivido y soportado una navidad tan complicada, como la que estamos viviendo, pero por ahora no nos queda más que aprender y nunca olvidar, para ubicar a los verdaderos culpables de este desastre sanitario. Pasaremos una navidad resguardados en casa, posiblemente sin alimentos, sin medicamentos y padeciendo frio, pero lo debemos hacer y aprender de estas terribles condiciones, debemos de sacar coraje, fortalecer nuestro espíritu para continuar juntos en la lucha y conseguir que las próximas navidades sean mejores. Cada antorchista desde su comunidad debe hacer el compromiso para seguir luchando juntos, hoy es vital y decisiva nuestra unidad proletaria. Los humildes de este país siempre hemos pagado las consecuencias de las malas decisiones de los gobiernos y hasta ahora nada ha pasado: es momento de que los funcionarios de Morena paguen el precio de sus equívocas decisiones, todos los mexicanos debemos de dar un voto de castigo a todos estos gobernantes incapaces. Aprendamos y no olvidemos, para no condenarnos a repetir la misma historia. Adelante, antorchistas, si seguimos creciendo, si nos mantenemos unidos y si seguimos luchando hombro con hombro, estoy seguro que vendrán mejores navidades para todos nosotros, les envío un fuerte abrazo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario