Un año más sin don Manuel Serrano Vallejo. Once años sin saber a dónde se lo llevaron, sin saber en dónde se perdió la vida de un sencillo hombre de la tercera edad; sin saber si sufrió o cuál fue el último pensamiento que cruzó por su mente de hombre trabajador, ocupada siempre en cosas constructivas y en cómo hacer que su familia, su esposa, sus hijos y nietos vivieran lo mejor posible en un mundo de carencias y sinsabores.
Un año más sin que ninguna autoridad judicial, ni política, ni de antes ni de ahora, le haya dado la más mínima explicación a la familia de don Manuel Serrano Vallejo, secuestrado la mañana del domingo 6 de octubre del año 2013.
En Antorcha no olvidamos a don Manuel Serrano Vallejo, rendimos homenaje a su memoria, pero también refrendamos nuestro compromiso de seguir en pie de lucha para erradicar la pobreza en México.
Desde entonces, don Manuel nunca más volvió a dirigir una palabra de cariño a su esposa ni a sus hijos. A pesar de que era un hombre bueno y trabajador, fue asesinado para darle un escarmiento a una de sus hijas, la luchadora social Maricela Serrano Hernández, entonces presidenta municipal del municipio de Ixtapaluca, Estado de México.
Han transcurrido once años del cruel acontecimiento con el que los caciques de Ixtapaluca pretendieron atemorizar a la alcaldesa y hacer que, a escasos dos meses de haber asumido el poder, abandonara a quienes le dieron la confianza de su voto para que dirigiera los destinos de los ixtapaluquenses.
No obstante, la congruencia como luchadora social comprometida con sus electores la hizo seguir adelante para luego demostrar que, en solo tres años, se podían hacer cambios públicos para beneficio de la población.
Los caciques de Ixtapaluca sufrieron la llegada de Serrano Hernández a la presidencia de Ixtapaluca porque con su sola presencia les cerró las puertas a los negocios personales, a las corruptelas y al enriquecimiento ilícito. Por eso nunca la quisieron al frente del gobierno; por eso, para escarmentarla, secuestraron a su padre y lo asesinaron hace once años.
Sí, este 6 de octubre se cumplen once años de ausencia de Manuel Serrano Vallejo, pero también se cumplen once años de oídos sordos e inacción del Gobierno para encontrar los restos del hombre sobre el que recayó la represión política en contra de Maricela Serrano Hernández en particular y de Antorcha en general.
Don Manuel Serrano Vallejo pasó de mártir a símbolo de progreso. Desde que Maricela llegó a vivir al cerro del Tejolote se puso a trabajar para mejorar las condiciones en las que vivía la gente de su colonia y otras aledañas; pero, la injusta desaparición de su padre la impulsó a llevar a la práctica un gobierno con más sentido humano y lo hizo durante ocho años, de 2013 a 2021.
Esta labor se reflejó en los apoyos médicos durante la pandemia, en las pavimentaciones, en los arreglos a escuelas y unidades habitacionales, en los gimnasios polivalentes, en las albercas olímpicas y semiolímpicas, en las redes de agua potable, de drenaje, de electricidad; en las obras hidráulicas realizadas a fin de que el municipio no se inunde, en la Escuela de Bellas Artes y de Música, en donde niños y jóvenes tienen la oportunidad de formarse en esas bellas disciplinas, y en muchas obras públicas más realizadas durante los gobiernos municipales de Maricela y otros antorchistas, como Carlos Enríquez y Yessica Figueroa.
En todas esas obras está el espíritu de un modesto vendedor de periódicos y revistas que no solo trabajó duramente para educar a sus hijos y formarlos como hombres y mujeres honestos y trabajadores.
Además de Maricela, don Manuel Serrano Vallejo y su esposa Guadalupe Hernández (q.e.p.d., ambos) entregaron otros tres de sus hijos a la construcción de un México justo y equitativo para los que han sido marginados de las oportunidades y el progreso.
Una de las grandes obras públicas construidas en el año 2019 en Ixtapaluca fue el Centro Recreativo para Adultos Mayores Manuel Serrano (Cermas), dedicado a las personas de la tercera edad donde recibían atención para el cuidado de su salud física y mental: ahí, las abuelitas y abuelitos recibían terapias físicas y talleres recreativos.
No obstante, esta obra, que ese mismo año recibió el premio a la mejor obra mexiquense, fue cerrada a la llegada de Morena al poder municipal, el cual encabeza Felipe Arvizu de la Luz. Así, el sectario morenismo ixtapaluquense quiso borrar de la memoria de la gente la obra que los antorchistas concibieron para brindar mejor calidad de vida a los adultos mayores.
En Antorcha no olvidamos a don Manuel Serrano Vallejo, rendimos homenaje a su memoria, pero también refrendamos nuestro compromiso con él, y con toda la clase trabajadora del país, de seguir en pie de lucha para erradicar la pobreza en México y construir un país mejor para todos.
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