MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

REPORTAJE | Albergue estudiantil de Campeche, fruto de la lucha estudiantil

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Campeche, Camp. El Albergue Estudiantil de Campeche “Dr. Héctor Pérez Martínez” A. C. con Clave de la Secretaría de Economía A201503051400394345, tiene más de 35 años ayudando a jóvenes a continuar sus estudios, ofreciéndoles casa, alimentación y condiciones de estudio para que, sin importar que tan lejos viva su familia ni que tan pobres sean, puedan vivir en Campeche y continúen sus estudios hasta concluirlos satisfactoriamente.

A decir de Rocío Huerta Ibarra, líder del antorchismo en el estado “miles de jóvenes pierden la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida por la vía de la preparación académica, ya que en sus lugares de origen no hay a veces ni primaria, mucho menos escuelas de nivel medio o superior, y sus familias son muy pobres para mandarlos a estudiar a la ciudad pagando renta, hospedaje, alimentación y transporte, además de los gastos de educación, situación por la que las familias han optado por ya no envían a sus hijos a estudiar”, declaró. Esta situación se ha agravado con el tiempo, afirma Huerta Ibarra, por la desigualdad y la pobreza que siguen creciendo, pues son miles las familias que no tienen ingresos seguros, arrojadas al subempleo, y la mayoría de los jóvenes tienen que escoger entre estudiar y trabajar.

La alternativa efectiva de las casas del estudiante

La misión de las casas del estudiante, es precisamente brindar apoyo para que los jóvenes no dejen de estudiar “son muchos años de experiencia y de lucha, hemos fundado casas de estudiantes en todo el país, de manera que miles de jóvenes en estos años, han podido terminar y titularse gracias a nuestros albergues estudiantiles”, y sigue representando un gran apoyo, pues, además del albergue de Campeche, existen el Albergue Estudiantil “Manuel Crescencio García Rejón” del municipio de Hopelchén, y el Albergue Estudiantil "Humberto Vidal Mendoza", en el de Champotón. “Son tres casas de estudiantes, la de Campeche una en Champotón y otra en Hopelchén, pero la de Campeche es la que lleva ya más de 35 años ayudando a estudiantes pobres”, explica la lideresa antorchista, de manera que no solamente pueden ofrecer a los estudiantes este apoyo en la capital campechana, sino que hay la alternativa en esos municipios, “y si alguno quiere irse a estudiar a la capital del país o cualquier otro estado, también allá los podemos ayudar”.

Son fruto de la lucha de los estudiantes y sus padres de familia

El Movimiento Antorchista piensa, como asegura su dirigente nacional, el Ing. Aquiles Córdova Morán, que “el motor de la educación en México, y en cualquier otra parte, son los estudiantes”. Esto es así, explica Huerta Ibarra, porque es de todos sabidos que quienes sufren las carencias y la mala calidad educativa son los más pobres, “los ricos mandan a sus hijos a escuelas privadas o al extranjero y no les falta nada, ni comida, ni libros ni nada; y por ello no les interesa la educación pública ni, en general, nada que tenga que ver con los demás, y menos con los pobres a quienes consideran mediocres y causantes de sus propias desgracias”, este enfoque se transmite a los funcionarios, quienes también gozan los privilegios de las clases adineradas y no pueden entender al pueblo, “ellos repiten, sin entender, el artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece que toda persona tiene derecho a la educación y que el Estado debe garantizarla, pero para los poderosos eso es papel remojado y no se preocupan realmente para hacerlo valer”, de manera que quienes realmente se pueden y deben interesar en eso, son los estudiantes de familias pobres y estas mismas.

Ante esta situación la líder antorchista destacó que solo la exigencia, la lucha organizada y respetuosa de la ley de los mismos estudiantes, de los pobres, es la que puede y debe desatorar las políticas para que realmente impulsen la educación en todos los aspectos; “no son las Secretarías de estado, ni los funcionarios, ni siquiera los mismos docentes o personal administrativo de las escuelas, los que pueden mover y desarrollar la educación son los mismos estudiantes pobres y sus padres, y lo hacen luchando”.

Así, “estas casas de estudiantes son la continuidad de un ejemplo añejo en todo el país, son miles de estudiantes en todos los estados que han podido estudiar gracias a casas de estudiantes como estas”.

35 años de trabajo fraterno y con resultados, a pesar de las carencias

Desde un inicio, el albergue ha sido fruto del trabajo colectivo de alumnos, maestros y padres de familia pues entre todos, empezaron pagando la renta de una casa y cooperando para los gastos de alimentación. “Por eso gestionamos ante las autoridades de los tres niveles que nos apoyen con subsidio y/o despensa, material de aseo y papelería, y muchos otros gastos, y por eso pedimos el apoyo de la gente a través de la colecta pública”, dijo, invitando a todos los ciudadanos a que, si ven a los estudiantes o maestros boteando en los cruceros o casa por casa, sepan que es para eso y los apoyen en la medida de sus posibilidades. “A lo largo de estos 35 años no todas las administraciones han brindado apoyo, y el que sí se ha logrado, ha sido insuficiente; siendo que en este momento no cuentan con ningún subsidio de ninguna institución, por lo que el ingreso fundamental es la cooperación de los alumnos que es necesariamente modesta, y la colecta pública”.

Además, los estudiantes y los maestros de dicha institución realizan labor de extensionismo en las colonias aledañas ofreciendo cursos de regularización académica y talleres culturales a los jóvenes y niños, además de talleres manuales y sociales con las madres de familia. “El objetivo no ha cambiado, el albergue nació para ser una alternativa para la educación de los más humildes y para ayudar a la formación integral de los habitantes de las colonias y rancherías más marginadas, como un modo de nivelar un poco la balanza, ayudando a los que más lo necesitan”

Construyen instalaciones de primera para estudiantes pobres

Rocío Huerta comenta que en 2016 comenzaron a hacer gestiones ante el Gobierno federal para construir nuevas instalaciones. Lograron que se construyera la primera etapa del Albergue Estudiantil de Campeche “Dr. Héctor Pérez Martínez”, y al siguiente año, su segunda etapa, así como las primeras etapas de los albergues de Champotón y de Hopelchén, pero con la entrada del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien canceló el Ramo 23 ya no encontraron apoyo para hacer la tercera etapa del de Campeche, que contemplaba las oficinas administrativas, el domo de la cancha y el complejo cultural; además de que ya no se realizaron; ni las segundas etapas de los otros que contemplaban la zona de dormitorios e instalaciones sanitarias.

Rocío Huerta recuerda que para la segunda etapa tuvieron que luchar en el estado, pues los recursos no se aplicaron a tiempo por parte del ayuntamiento y por lo que se tuvieron que regresar a la federación, eso retrasó la construcción y por ello no se pudo hacer la tercera etapa, “si no se hubiera retrasado un año, habrían terminado las instalaciones antes de que entrara al poder AMLO con sus políticas de recortes y cancelación de programas.”

Pendiente que se terminen de construir los albergues y el subsidio

“Por ello nosotros – agrega Huerta Ibarra- que ahora estamos al frente de este proyecto (desde hace dos años), seguimos gestionando ante los tres niveles de gobierno, para que se terminen de construir todas las etapas de los tres albergues y el subsidio para cubrir los diferentes gastos de servicios, alimentación y demás”.

Por ello han presentado sendos pliegos petitorios a ayuntamientos, y gobierno del estado, y afirma que “nuestras peticiones no son exageradas ni un capricho, los resultados de estos albergues son del dominio público, y es evidente que los problemas de educación siguen y hasta se agravan, por lo que estas alternativas siguen siendo, y ahora con más razón, muy importantes en el desarrollo del estado y del país, y deben ser apoyadas”.

El trabajo que realizan, concluyó la dirigente estatal antorchista, va a seguir adelante, porque es necesario, con el fin de que estos albergues tengan las condiciones para realizar mejor y de manera más eficiente la tarea de “lograr que los estudiantes, por muy pobres que sean sus familias, puedan llevar adelante y terminar satisfactoriamente sus estudios, para bien no solo de ellos y sus familias, sino de todo el estado y de toda la nación, pues los recursos que se destinan a la educación no son un gasto, sino una inversión o, como los mismos funcionarios dicen, tal vez sin entender, sale más caro no gastar en educación que hacerlo”, enfatizó.

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