José María Morelos y Pavón, héroe de la lucha por la independencia nacional, en sus escritos dejó plasmado que un ciudadano o ciudadana debe ser siervo de la nación. Ya en aquella época se daba cuenta de que todos los funcionarios, incluyendo al presidente, se servían con la cuchara grande, haciendo negocios al amparo del poder político. A pesar del tiempo transcurrido, los funcionarios que usaron como bandera el combate a la corrupción, resultaron peores que los anteriores.
Ser un siervo de la nación, es un objetivo ideal para un político que se precie de servir al pueblo.
En la lucha por un mundo mejor, hay que cuidarse de los amigos del pueblo, esos que dicen que hacen todo de corazón y que no le cobran ningún centavo a la gente, que son los peores enemigos de la clase trabajadora. Sí, aquellos que, usando un lenguaje melífico, buscan conciliar los intereses antagónicos de los distintos sectores de la sociedad, en la creencia de que, el Estado es un ser superior que está por encima de todas las clases y que su papel es el de suavizar las contradicciones.
Las cosas no cambian sólo por modificar el nombre porque vivimos en un sistema llamado capitalismo, y, por tanto, hay obreros y capitalistas. Esto se agrava más al ser México un país dependiente, principalmente de Estados Unidos (EE. UU.).
El sector campesino dejó de ser importante en la medida en que la gente se traslada a las grandes ciudades en busca de trabajo. Este fenómeno lo podemos apreciar con gran nitidez en Nuevo León, en donde todo el sur del estado y la zona norte se encuentra casi desolado, los campos abandonados, casas solas y abandonadas. Y en la ciudad se concentra la mayoría de la población.
Los problemas son distintos y entrelazados. En el campo se ocupa mucha infraestructura, hay muchos ejidos de Galeana que siguen si contar con electrificación y tampoco cuentan con servicio de internet, y no digamos ya de su acceso a la educación. En cambio, en el área metropolitana, hay problemas diversos comenzando con la inseguridad, el pésimo transporte público, la contaminación y, nos amenaza nuevamente, la falta de agua potable.
Estos problemas tienen solución y para ello, el que quiera servirle al pueblo, tiene que empezar hablando de las verdaderas causas de los distintos problemas. Casi todos los problemas del área metropolitana derivan de la industrialización, de las fabricas que sueltan humito de noche y de día. El afán de ganancias es lo que mueve a la economía de Nuevo León. La falta de un transporte público eficiente obliga a la gente a hacer un gran esfuerzo por comprarse un vehículo, aunque sea en malas condiciones para poder llegar al trabajo a tiempo. Un minuto tarde es suficiente para perder la jornada entera.
Mientras siga el afán de ganancia, estos problemas no se resolverán. Los municipios y el Gobierno del estado, peleando un presupuesto de 140 mil millones de pesos, de los cuales muy poco, se verá reflejado en los bolsillos de los neoloneses.
La situación entre las clases populares de Nuevo León es difícil, los precios de los principales productos de la canasta básica, a pesar de los programas pomposos del presidente, siguen en aumento. Cada día le alcanza menos. Y cuando las circunstancias se agravan, la filantropía aumenta de forma exponencial y es una forma evidente, aunque el gobierno no lo quiera aceptar que cada día aumenta el numero de gente que tiene que hacer cosas indeseables para poder sobrevivir.
¿Cómo se puede valorar si el pueblo está bien? El hombre, para tener una vida digna, necesita una casa que pueda habitar en óptimas condiciones, tener garantizado su alimentación, una educación para sus hijos, necesita tener garantizado un servicio de salud eficiente para cualquier enfermedad o emergencia, necesita que su seguridad esté garantizada, que pueda caminar libremente. en el caso del actual Gobierno federal, ¿ha logrado mejorar esas condiciones? Si es así, entonces debemos valorar positivamente su trabajo. De lo contrario, tenemos la obligación de criticarlo.
La mejor forma de servir al pueblo es dotarlo de conciencia, que comprenda cual es su papel en la sociedad. Que como trabajadores debemos entender que nuestra tarea, ahora más que nunca es la lucha por el poder político. Que en vista de la ceguera de los funcionarios no queda más que sustituirlos por otros nuevos, pero éstos tienen que salir de la clase trabajadora. El caso reciente del presidente peruano, nos viene a demostrar una vez más que el pueblo no come de democracia, que las clases poderosas del país, sólo esperan el momento para desechar a quien nunca se tomó en serio las demandas populares.
El gobierno no debería ser nuestro padre, que más parece padrastro, de quien esperamos que nos lo dé todo en nuestra casa, al contrario, al hacer dependiente del gobierno, la gente no se acostumbra a trabajar y al término del mandato del padre el pueblo nuevamente queda huérfano y sin herramientas suficientes para salir adelante. La educación debe ser el pilar más fuerte en el que se sostenga un gobierno popular. Educar es la mejor forma de servir al pueblo, porque queremos un pueblo libre.
Antorcha ha dicho, que la tarea principal en este momento es decirle la verdad al pueblo, invitarlo a que se organice y luche por mejorar sus condiciones de vida. El pueblo, necesita convertirse en esa fuerza impulsora que vaya más allá de lo que actualmente hay y derribe completamente los diques que impiden el desarrollo de todo su potencial.
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