El pasado 29 de julio, los vecinos de la Fraternidad Antorchista se enteraron de una desagradable noticia: la clausura preventiva de toda actividad en la colonia por presuntas infracciones a las leyes ambientales del estado de Quintana Roo.
Esta amenaza velada fue notificada a través de una lona colocada en el registro eléctrico de la entrada del domo de la colonia por la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente. Posteriormente, la misma notificación llegó a la colonia Mártires Antorchistas y a la colonia Esperanza Antorchista.
Organizarse para exigir una vivienda digna es una necesidad urgente ante la indiferencia y las amenazas de un Gobierno que se ha olvidado de las familias más necesitadas.
Para entender lo que esto significa, desde el año 2008, cerca de 800 familias solicitantes de terreno, organizadas en el Movimiento Antorchista de Quintana Roo, anhelaban tener un pedacito de patria para poder edificar un patrimonio para sus familias. Cientos de estas familias tenían solicitudes en el entonces Instituto de Vivienda de Quintana Roo (INVIQROO), una dependencia de Gobierno encargada de dotar de predios a bajo costo a familias de bajos recursos.
Sin embargo, con el tiempo, se demostró que este organismo era una fuente de corrupción, pues se dedicaba a entregar terrenos comerciales en áreas turísticas a grandes empresarios, dejando de lado a las familias pobres. Muchas de estas familias tenían más de diez años en lista de espera.
La desesperación era clara, y cubrir esta gran necesidad era indispensable. La organización y concientización de la gente fueron la solución, acordándose la compra de dos terrenos: uno detrás del CBTA 11, a la salida de Chetumal, y otro más detrás de la sabana del ejido Calderitas, que era usado como banco de sascab.
Con mucho entusiasmo, se decidió ocupar esos terrenos, y en 2011 se dio inicio a la fundación de las colonias Fraternidad y Mártires Antorchistas respectivamente.
El sueño se estaba realizando. Con mucho esfuerzo de las familias, que se reunían en la futura colonia, de manera colectiva realizaban faenas, cooperaban para pagar un topógrafo, hacían el deslinde de colindancias del terreno y comenzaban la lotificación para dar paso a la asignación de predios.
En la Fraternidad se limpiaban cuidadosamente los terrenos y se destroncaban los caminos que se convertirían en las calles de la colonia. En la Mártires, se cooperaba y gestionaba para obtener material de relleno y emparejar la sascabera.
Las familias dejaron el corazón y el alma, sudor, sangre y lágrimas, para ver realizado su objetivo: tener un hogar propio. A agosto de 2024, el progreso de dichas colonias es innegable: calles pavimentadas, escuelas, domos, electrificación, etcétera.
Todo esto fue logrado gracias al esfuerzo de la gente, con una dirección certera del Movimiento Antorchista. Ellos tomaron el problema en sus manos y, de manera consciente y organizada, se atrevieron a resolverlo sin esperar la ayuda del Estado.
No cabe duda de que estas acciones intimidatorias por parte del Gobierno están destinadas a frenar la gestión y lucha de la gente organizada y a dejar de dar recursos a las familias pobres.
Por esta razón, el 28 de agosto, realizaremos una marcha pacífica en la avenida de los Héroes, iniciando frente al Museo de la Cultura Maya a las 9:00 a. m., por nuestro derecho constitucional a una vivienda digna.
Asimismo, invitamos a otras colonias irregulares que tengan el mismo problema a que se unan a esta lucha. ¡Basta de abusos por parte de los Gobiernos!
Por estas razones, saltan las siguientes preguntas: ¿Cómo espera el Gobierno encabezado por Mara Lezama que reaccionen las más de 1 mil 500 familias que viven en las colonias antes mencionadas al enterarse de que su patrimonio se ve amenazado?
¿Pensarán los responsables de estos actos detestables que las familias agacharán la cabeza y aceptarán sin más esta calamidad? ¿Este es el gobierno que proclama “primero los pobres” y que se desgarran las vestiduras en contra de los ricos?
Está claro que con estas acciones, el Gobierno de la 4T, que se proclama como el más humanista, no es diferente a los anteriores. El ejemplo que dieron estas familias al organizarse y resolver el problema que les aqueja debe replicarse a escala estatal y nacional.
El pueblo debe organizarse de manera consciente para exigir justicia y progreso, formando una fuerza tan grande que le permita tomar las riendas del poder y verdaderamente representar sus intereses. ¡El Movimiento Antorchista Nacional lo propone!
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