En las recientes elecciones municipales en Kanasín, se observó una contienda electoral marcada por la ferocidad y el interés personal de los candidatos. Mientras los aspirantes a cargos públicos lucharon por el poder, las necesidades reales de los habitantes quedaron relegadas a un segundo plano.
Esta situación es una consecuencia directa de la estructura social y política existente que perpetúa un ciclo de negligencia y falta de acción que afecta a los habitantes en múltiples aspectos.
Los problemas de infraestructura y servicios públicos en Kanasín no son nuevos, pero siguen sin recibir la atención necesaria debido a la falta de voluntad política y visión a largo plazo.
Es crucial que los ciudadanos de Kanasín, especialmente los antorchistas, comprendan que la solución a los problemas no vendrá de candidatos arribistas, sino del propio pueblo, que debe organizarse y luchar por sus derechos.
Las calles están en mal estado, el alumbrado público es insuficiente y de mala calidad, y la falta de un sistema de drenaje adecuado contribuye a problemas de salud pública.
En colonias como Nicte-Ha y Cecilio Chi, la situación es especialmente grave. Fundada hace 20 años, la colonia Nicte-Ha aún carece de calles pavimentadas, saneamiento adecuado y alumbrado público.
Los charcos de agua estancada han incrementado drásticamente la cantidad de mosquitos, afectando la salud de los residentes. Estas comunidades son ignoradas por los políticos, que solo se presentan cada tres años en busca de votos con promesas vacías.
Por otro lado, la educación en Kanasín es uno de los sectores más afectados por esta negligencia. A pesar de ser el segundo municipio más poblado del estado, este municipio cuenta con sólo dos preparatorias: el Colegio de Bachilleres (Cobay) y la preparatoria de nueva creación “Felipe Carrillo Puerto”, impulsada por el Movimiento Antorchista.
Esta última, a pesar de su importancia y el esfuerzo de la comunidad antorchista, ha sido mayormente ignorada por las autoridades municipales y estatales. La preparatoria “Felipe Carrillo Puerto” abrió sus puertas para atender a los jóvenes de Kanasín que desean continuar su educación, proporcionando una alternativa crucial en una comunidad con escasos recursos.
Sin embargo, la falta de apoyo oficial y de recursos suficientes sigue siendo un obstáculo significativo.
Es crucial que los ciudadanos de Kanasín, especialmente los compañeros antorchistas, comprendan que la solución a estos problemas no vendrá de candidatos arribistas.
Estos políticos no tienen la intención de resolver las verdaderas necesidades de la gente. La responsabilidad de cambiar esta realidad recae en el propio pueblo, y por ello hay que lograr un cambio significativo, como la organización de la comunidad y la lucha por sus derechos.
Sólo a través de la acción colectiva y la autogestión se podrán enfrentar y resolver los problemas que tanto daño causan a Kanasín.
La reciente contienda electoral en Kanasín expuso la desconexión entre los intereses de los políticos y las necesidades de los habitantes.
Es urgente que las autoridades se comprometan a implementar estrategias efectivas para resolver los problemas de infraestructura, servicios públicos y educación.
Sólo con un liderazgo enfocado en el bienestar común y no en intereses personales, Kanasín podrá superar los desafíos que enfrenta y asegurar un futuro mejor para sus ciudadanos.
Sin embargo, el verdadero cambio vendrá del pueblo mismo, organizado y consciente de su poder para transformar su realidad.
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