En la medida en que nos acercamos a la etapa electoral, el gobierno morenista busca como mantenerse en el poder a sabiendas de que ha perdido la confianza de varios millones de sus votantes que confiaron en Andrés Manuel López Obrador en 2018, se resisten a creer y aceptar que los tiempos cambian y la mentalidad de la gente también, que los vientos políticos venideros ya no soplan a su favor como en otros tiempos y por esta razón se dedican más a hacer campaña para promocionarse que dedicarse a revisar su proyecto político que va en picada , ya que lejos de hacer esto último, prefieren violentar las leyes que rigen nuestra sociedad y creando con esto las condiciones que pueden llevar al país en un momento dado a una confrontación con los distintos sectores sociales existentes.
Tenemos, por ejemplo, el caso de Claudia Sheinbaum, que gobierna la Ciudad de México, anda más preocupada por influir con su imagen y nombre en los futuros votantes que en resolver los problemas que azotan a la ciudad , y lo más preocupante y descarado es que le hace un llamado el INE y simplemente lo ignora, porque las bardas siguen pintarrajeadas con su nombre “#Es Claudia”, esta actitud es un claro desacato y una violación a las leyes electorales y una tendencia que nos está llevando a la anarquía y todavía se hace la víctima al decir que le están coartando sus derechos, cuando realmente su obligación es gobernar y no hacer campaña, pero así es doña Claudia.
Están los demás pretendientes del poder presidencial, también, que ya no saben qué hacer para tener seguidores y simpatizantes para poder ganar la silla en el 2024, estando así las cosas es claro que el Gobierno federal está cayendo en la anarquía, porque esta corriente es la que se caracteriza precisamente por no reconocer ningún tipo de gobierno que no sean ellos mismos, es decir, que ahora sí y solo sí reconocen pero al gobierno que cada uno de ellos represente y nada más, cada uno de ellos es su propio gobierno y por eso no les importa lo que diga el INE o cualquier otro tribunal encargado de hacer respetar la ley, ya que además, el que la representa no la respeta, sino que la viola a su antojo y de acuerdo a sus intereses y ambiciones personales, éste es el peligro al que nos acercamos más y más.
Ellos, los morenistas, hablan ahora a nombre de los ciudadanos cuando realmente hablan a nombre de sus ambiciones, hablan a nombre de los derechos e intereses del pueblo o de sus gobernados cuando solo hablan muy internamente a nombre de su egoísmo, de su vanidad y su individualismo, hablan a nombre de la libertad y la justicia y sin embargo envían los policías entrenados para matar, para golpear a humildes ciudadanos en Xochimilco que solo buscan un espacio donde vivir en paz y donde trabajar para poder sobrevivir, por tanto, no se puede seguir confiando en un funcionario público que nos engaña con su pura verborrea cuando lo que está haciendo realmente es limitar o convertir en nada las leyes que rigen nuestro país, personajes así, con esta tendencia y características no deben seguir buscando el voto popular porque están demostrando con sus hechos y actitudes que solo buscan satisfacer su ego sin importar que arda Troya; y todo este ambiente político e incluso putrefacto que ha venido creando el gobierno morenista nos da a entender que nos están llevando hacia un gobierno anarquista, donde nadie respeta a nadie y menos a nuestras instituciones que han sido creadas por la misma sociedad y que por lo tanto no están para cumplir caprichos de nadie, las instituciones son instituciones sociales, colectivas y solo el colectivo tiene la facultad para decidir los cambios y no una persona por muy sabia que sea porque de ser así, se convierte también en un tirano; todo esto solo lo puede evitar una sociedad organizada y leal a sus principios éticos y políticos.
No se nos olvide que Morena es producto de una mescolanza de personajes que han pertenecido a distintas corrientes políticas e ideológicas y una mescolanza de esta naturaleza nada bueno puede realizar para sacar adelante un proyecto político de un país como el nuestro y no puede simplemente porque cada quien jala por su lado.
Nuestra sociedad mexicana peligra con esta tendencia anarquista y la forma de evitarlo es encausando nuestro voto hacia otras opciones con más arraigo popular y con una verdadera vocación de servicio público, esa nueva opción se encuentra a la vista, el Movimiento Antorchista Nacional, que para esto ha surgido precisamente.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario