MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Son suficienteds los salarios que se pagan a los trabajadores de México?

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El primero de enero del año en curso entraron en vigor los nuevos salarios mínimos autorizados por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, con un aumento del 20 por ciento, pasando de $172.87 a $207.44 diarios y en la zona de la frontera pasa de $260 a $312.41. El concepto de salario mínimo establece que los salarios percibidos por los trabajadores deben ser suficientes para satisfacer las necesidades básicas de la familias de los trabajadores, es decir, deben solventar las necesidades de alimentación, vivienda, educación y salud; también se establece que  ningún trabajador debe percibir por su trabajo una cantidad menor al salario mínimo, esto con fundamento en el artículo 90 de la Ley Federal del Trabajo y al artículo 123 de la Constitución.

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos está constituida en forma tripartita por los representantes del sector empresarial, el gobierno y los trabajadores y deben ponerse de acuerdo para establecer el monto de los salarios adecuados que garanticen el equilibrio de los factores de la producción, es decir el capital y el trabajo. Esta Comisión debe tomar en cuenta el costo de la canasta básica que tiene la tendencia a aumentar por el fenómeno inflacionario y que en tiempos recientes ha alcanzado la tasa de 7.8 por ciento.

Para el caso de los trabajadores organizados en un sindicato que tengan firmado contrato colectivo de trabajo con una empresa,  la Ley Federal del Trabajo en el artículo 450 fracción VII,  establece como una de las causas legales para emplazar a huelga la revisión de los salarios que deben pagarse en las empresas. Aparentemente hay condiciones favorables  para determinar el monto adecuado de los salarios que garantice la equidad y el buen funcionamiento de la sociedad, como lo estable el marco jurídico vigente. ¿Pero qué sucede en los hechos, en el terreno de la realidad?

En la actualidad, la correlación de fuerzas entre la clase de los patrones capitalistas o empleadores, como se les conoce también, y la clase trabajadora es favorable para los primeros y esto se refleja en la determinación del nivel o monto de los salarios. En forma relativa los capitalistas tienen menos integrantes que la clase  trabajadora y no intervienen directamente en la realización del trabajo, pero algo que les da mucho poder de negociación a los patrones a la hora de fijar el nivel de los salarios es el  hecho de que son los propietario de los  edificios en donde están establecidas las fábricas, también son dueños de la maquinaria, las materias primas y del dinero para pagar los salarios a los trabajadores por el trabajo que realizan, además de haber podido colocar a los representantes de sus intereses en la mayoría de los gobiernos de los tres niveles y de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

La fuerza potencial de la clase trabajadora, es decir, no puesta en práctica por el momento,  a la hora de negociar la parte que le corresponde como salario por el trabajo que realiza directamente en la producción de todos los artículos  que requiere la sociedad para satisfacer todas sus necesidades, radica precisamente en esta función desempeñada por la clase trabajadora

El otro aspecto que contribuye a la fuerza potencial de la clase trabajadora es el hecho de estar conformada por millones de integrantes, es mucho más numerosa que la clase patronal, es la mayoría. Para hacer efectiva la fuerza potencial de los trabajadores y poderla usar en la lucha por conseguir una mejor distribución de la riqueza, al buscar obtener en las negociaciones mejores y suficientes salarios, se requiere que los trabajadores estén unidos  y organizados para conformar una fuerza nacional e internacional efectiva que cambie la actual correlación de fuerza y le permita una mayor capacidad de negociación a la hora de determinar el nivel de los salarios y poder estar en condiciones de hacer realidad que los salarios sean justos y suficientes como lo establece la legislación vigente pero que en la mayoría de los casos no se cumple y se queda en buenos deseos en perjuicio de los trabajadores, como queda demostrado con los insuficientes aumentos a los salarios autorizados a partir del primero de enero.

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